Alba González es una chica de veinte años que empezó a escribir para salvarse de sí misma cuando tenía tan solo doce.
En 2017 entró en depresión y dos años más tarde tuvo anorexia. Tras varios intentos autolíticos ingresó en un centro y empezó a escribir sobre sus problemas con la salud mental. En este poemario vuelca su proceso de recuperación, su lucha y sus recaídas en esta situación tan complicada que la ha acompañado toda su vida.
¿Cómo pueden pasar tantas cosas en tan poco tiempo? No soporto la espera para ver a Klaus; Anna y Laura están rarísimas; Nadia lo está pasando mal en su nuevo insti, y, por si fuera poco, ¡ahora mis padres dudan de si regalarme el móvil cuando cumpla trece años! Qué intensidad, bro».
A Goa los días se le hacen eternos esperando para reencontrarse con Klaus. Y parece que ¡hasta Semana Santa no se van a poder ver! Pero Goa no es la única sintiendo tantas cosas... Mientras algunas relaciones olvidadas renacen, otras se encuentran con obstáculos inesperados. Y, en medio de todo esto, una emergencia hará que Goa y sus amigos se movilicen para encontrar una solución.
El barrio se ha gentrificado y cada vez existen más cafés de especialidad y menos campos de fútbol.
Santy, Peluca, Adil y Parseiro, más conocidos como los PBTS, empiezan a preocuparse porque ya casi no quedan campos en los que poder hacer sus retos más locos.
Pero hay uno que todavía resiste. El campo más grande, impresionante y codiciado por todos los chavales... ¡EL CAMPO SUPREMO!