Un niño se pierde en el bosque.
Allí residen todos sus miedos.
Allí se esconden peligros inimaginables.
Pero...
¿Y si el bosque significara mucho más?
¿Y si allí residiera la esperanza y la amistad?
¿Acompañarías al niño perdido en su aventura?
¿Le enseñarías el camino de vuelta a casa?
En tiempos remotos, el dios Sol creó a las iracundas bestias, las peligrosas montañas, los bravos ríos y a los humanos, pero a estos los dejó indefensos ante las amenazas de la isla de Gaeraid.
Por ello bendijo a algunos con poderes increíbles.
Ocho dones para protegerse y ocho clanes que vivirán en paz por siempre.
Sin embargo, ningún dios hace regalos sin pedir nada a cambio.
Nuestros hermanos murieron porque se amaban.
Ahora estamos condenados a odiarnos el uno al otro.
Pero ¿y si eso es imposible?
Cuando Helena Weston regresa a Nueva York, tiene un único objetivo: limpiar el nombre de su hermana, cueste lo que cueste. Han pasado dos años y medio desde que encontraron a Valerie y Adam, el amor de su vida, muertos en la suite del hotel en la que habían estado de fiesta. Desde entonces, la familia de Adam no ha dejado de culpar a Valerie por sus trágicas muertes. Helena es la única que cree firmemente en la inocencia de su hermana y hará todo lo posible por descubrir que pasó realmente aquella fatídica noche, pero, en su búsqueda de la verdad, se encuentra con el hermano pequeño de Adam. Helena sabe que debería odiar a Jess con cada fibra de su ser y, sin embargo, cada vez le cuesta más huir de los sentimientos que despierta en ella...