SIETE DESCONOCIDOS. UNA NAVE ESPACIAL Y TODO EL UNIVERSO BUSCÁNDOLOS.
El sol se está muriendo y con ello todos los planetas de la galaxia: la única posibilidad de sobrevivir es una estación espacial y el artefacto alienígena que contiene. Los encargados de salvar la galaxia son siete protagonistas: una princesa, un mercenario, un artista, un prisionero, un estafador, una sacerdotisa y una persona con pocas luces, que está a cargo de la nave. Este último, en un arranque de locura, hace volar la estación espacial.
Unidos por la desesperación, tienen que trabajar juntos para sobrevivir. Cada rincón de la galaxia está buscando la nave espacial y ellos tan solo están en un lugar parcial de la nave quemada.
Solo hay una oportunidad para salvar el mundo. Todo depende de ellos.
Me llamo Heidi Heckelbeck, y oficialmente estoy flipando. ¡Voy a empezar la secundaria! Y voy a vivir en la Academia Broomsfield, la única escuela del país que tiene clases secretas para brujas. Estoy super emocionada, pero también super nerviosa, ¿sabes? ¿Haré amigos? ¿Me llevaré bien con mi compañera de alcoba? ¿O debería decir compañera de escoba? Ese es el término que usamos aquí en Broomsfield. ¿Y si las otras brujas son mucho mejores que yo en magia? Dilo conmigo: ¡PUAJ!
Andrómeda es una adolescente misteriosa, como la galaxia, que no se relaciona con nadie. En clase, desde una mesa al lado de la ventana, observa el mundo a través de unas gafas de sol, como si no tuviese nada que ver con ella.
Héctor es otro elemento extraño en el instituto. Extremadamente amable y tímido no sabe comunicarse, quizá porque piensa que, de hacerlo, nadie le comprenderá. A la hora del recreo, se sienta solo en la parte más alta de las gradas del patio y mira el cielo, mientras sueña en como podría conocer a la chica enigmática que va con él a clase.
Hasta que, un suceso desafortunado los acerca para, después, separarlos de nuevo. Cinco años después, Héctor y Andrómeda se reencuentran y comienzan una relación que parece querar traspasar los límites de la amistad.
Pero, ¿pueden dos corazones rotos sanarse mutuamente y recuperar la ilusión de vivir?