He llamado la atención de un monstruo.
Yo no lo he buscado.
Ni siquiera lo he visto venir.
Y, cuando por fin me doy cuenta, ya es demasiado tarde.
Killian Carson es un depredador envuelto en el más sofisticado encanto.
Una persona fría, manipuladora y cruel.
Lo peor de todo es que nadie ve su lado malvado.
Pero yo sí.
Y eso me costará todo lo que tengo.
Huyo, pero ¿sabéis qué pasa con los monstruos?
Que siempre te persiguen.
A veces el amor llega cuando no lo esperas.
Cuando crees que no podrás amar nunca más.
Cuando piensas que no es el momento adecuado.
Pero eso es lo bonito del amor, que no avisa.
Gabriela está enamorada, pero de repente todo se rompe en mil pedazos. El dolor, la culpa, y los recuerdos la persiguen, y acude a sus amigas, que son su mejor refugio. Parece que nada la deja avanzar, hasta que un día aparece un rayo de luz en su vida.
Bruno huye de una relación complicada y no quiere saber nada del amor. Se ha repetido un millón de veces que no caerá de nuevo en el mismo error, pero uno no puede elegir cuándo enamorarse.
Todo es más simple de lo que parece, por eso mismo a veces un «te quiero» a destiempo es lo que necesitamos.
Me veo bonita porque me he perdonado.
He dejado de culpabilizarme por haber tratado mal a mi cuerpo, por haberme dedicado palabras de reproche.
Me he prometido quererme y cuidarme como a la persona más importante de mi vida.
Cuando vivimos un hecho traumático, no podemos imaginar cómo van a responder nuestro cuerpo y nuestro cerebro. Berta Caparrós poco a poco descubrió que para sanar tenía que aprender a quererse.
Una historia transformadora sobre el poder de la autoestima.