Tres niñas de nueve años. Tres niñas inseparables. Amigas de por vida, o al menos eso era lo que creían.
Sydney, Rain y Brianna solían ser las mejores amigas durante su infancia en el sofocante desierto de California; deseaban encontrar una manera de huir de ahí. Años después, cada una cumplirá su deseo, pero no de la manera que imaginaban.
Después de un incendio mortal que ocurre en el último año de instituto, nada volverá a ser igual. El drama escolar que envuelve a estas tres amigas se convertirá en un misterio mucho más grande que una simple enemistad.
Sheila Hernández nos regala un relato honesto que refleja los problemas de una generación, en el que el bullying, la depresión, el miedo, el amor, las despedidas y las relaciones familiares están presentes. Nos muestra cómo ella y sus circunstancias le han ayudado a alcanzar su sueño de ser periodista, y a seguir luchando cada día. Nada ni nadie la hizo más fuerte.
Soy joven, no gilipollas es un ejemplo de cómo la resiliencia ante las adversidades nos hace a todos capaces de conseguir nuestras metas.
Hace cinco años, la estudiante Andie Bell fue asesinada por Sal Singh. La policía sabe que fue él. Sus compañeros también. Todo el mundo lo sabe.
Pero Pippa ha crecido en la misma ciudad que ha sido y no lo tiene tan claro... Decidida a desenterrar la verdad, Pippa convierte este asesinato en el tema de su proyecto de final de curso. Poco a poco, empezará a descubrir secretos que alguien se ha empeñado en ocultar. Si el asesino sigue suelto ¿qué será capaz de hacer para mantener a Pippa alejada de la verdad?