Olivia lleva veinte años sin querer regresar al pueblo; lo que pasó allí es demasiado doloroso de recordar. Pero el problema de darle la espalda al pasado es que no vemos cuándo vuelve a nosotros con fuerza.
En el momento en que su jefa la obliga a escribir un reportaje sobre el lugar adonde juró no volver, a Olivia no le queda otra: debe enfrentarse a sus fantasmas, que parecen pesar más de lo que pensaba.
La aparición de unos botones en su mesilla, fruto de una antigua leyenda local, la llevará a recorrer la comarca de la mano de alguien en quien llevaba tiempo sin pensar, pero que tal vez ocupaba un espacio en su corazón que no recordaba ni ella. Pero ¿cómo dejar entrar al pasado después de haberlo bloqueado durante tantísimo tiempo?
Hace cuatro años, la vida de Beth cambió. Tras mudarse con su hija recién nacida a Nueva York, se da cuenta de que la vida de madre soltera no es nada fácil. Sin dinero ni tiempo para criar a Sophia, decide volver a su pueblo natal, a vivir con su padre, para darle a su hija una infancia feliz y tranquila.
Lo que no esperaba era reencontrarse allí con Zac, su amor de la adolescencia y el padre de Sophia. Hace cuatro años que no se ven, desde que Zac ignoró el mensaje de Beth sobre su embarazo y desapareció de su vida. Y Beth no está dispuesta a que le rompan el corazón de nuevo.
El koala Martín se despierta un día ¡y su chupete ya no está! Aunque no lo encuentra por ninguna parte, va a ir a la piscina, va a hacer la siesta... ¡e incluso va a jugar sin él! ¿Dónde se habrá metido?