Después de presenciar el asesinato de su padre cuando era tan solo una niña, Laris Leakarden vive únicamente para vengarse. Tras su paso por la institución de asesinas Hollerins, su odio la arrastra al recóndito lugar donde habita el monstruo que le arrebató todo.
El temible Lord de las Gárgolas responde a su amenaza de una forma inesperada: le abre las puertas de su propia fortaleza y le da la opción de matarlo a traición. Solo tiene una condición: debe permanecer entre sus murallas y estar dispuesta a realizar cualquier encargo que él le solicite en el exterior, pues Laris Leakarden, como humana, tiene una propiedad de la que él carece: inmunidad a la luz del sol.
Wren Beaumont es guapa y siempre saca buenas notas. Nuestras compañeras la adoran, todas quieren ser sus amigas.
Solo yo sé quién es en realidad: una mosquita muerta reprimida que seguramente está a punto de explotar por contener todos sus sentimientos. Piensa que está por encima de todos, incluso piensa que es mejor que yo.
No debería sentirme atraído hacia ella. No es mi tipo.
Kendall Holiday pasa la noche de los viernes leyendo novelas románticas subidas de tono mientras trabaja en la biblioteca de su universidad. Tal vez debería salir con sus amigos y emborracharse todos los fines de semana, pero le gusta pasar tiempo a solas. O eso se dice a sí misma, perdida entre las historias de amor de personajes ficticios.
Todo cambia cuando Vincent Knight, el capitán del equipo de baloncesto, aparece lesionado, de mal humor y con la urgente necesidad de que le recomienden poesía para una asignatura que odia. Vincent es alto, gracioso y desafía a Kendall como nadie lo ha hecho antes. Ahora es ella la que se encuentra dentro de su propia novela romántica…, pero en la vida real se necesita mucho más que tropos para obtener un final feliz.