Como les ocurre a los protagonistas de estos cuentos, alguna vez nos hemos visto en apuros por culpa de nuestras emociones, pero ¡con este libro tenemos la oportunidad de aprender a reconocerlas! Lee las divertidas historias y disfruta con los juegos para controlar las emociones con los ejemplos que te presentamos.
Hay un barco que surca cada noche los cielos del mundo para recoger las palabras que han quedado suspendidas en el aire.
A bordo viaja una familia de pescadores. Nadie conoce sus nombres. Más allá de las nubes, donde sólo llegan los que tienen alas, todos los llaman los pescadores de palabras. Con redes tejidas de estrellas recogen palabras de todo tipo y tamaño, pero hay una, grande y brillante, que no pueden atrapar, aunque es tan bella y luminosa que no pueden renunciar a ella.
Un pequeño petirrojo está aburrido, triste y no para de hacer
berrinches porque le gustaría jugar con alguien. Pronto, sin
embargo, descubre que el invierno es la época en que la
naturaleza descansa, y muchos animales duermen para volver a
empezar más descansados en primavera.