¿El amor está escrito en nuestro destino?
¿Crees que bastan treinta segundos para proyectar lo vivido y desvelar lo que está por venir?
Beth vio algo cuando se debatía entre la vida y la muerte y ahora está segura de que logrará su sueño, de que llegará a ser una anciana feliz y satisfecha, y de que hay alguien con un aspecto muy concreto con quien compartirá el resto de sus días. Sin embargo, el comienzo de la universidad trae nuevas oportunidades, desvíos que tomar y la presencia de Chris, que le hace sentir tantas cosas como nunca creyó posible… solo que no es el chico que marca el destino.
Chris cree en el amor, pero no en los «para siempre». Hasta que Beth se cruza en su camino y lo que empieza como un desafío para intentar demostrar que el futuro se escribe día a día se convierte en algo más. Está seguro de algo: no tiene la cara adecuada, pero es el chico adecuado.
¿Está escrito el destino? ¿O puede el amor jugar bajo sus propias reglas?
UNA HISTORIA DE AMOR EN LA QUE EL AZAR Y EL DESTINO JUEGAN UN PAPEL ESENCIAL
Una fantasía romántica repleta de aventuras, magia, amor, peligro y traiciones.
Cuando el enemigo reclama tu vida solo existe un camino…
Rogvall nos ha declarado la guerra.
Llevo preparándome para ser reina de Aisha del Norte desde que era una niña, por eso sé que corremos un grave peligro.
Nuestra eterna enemistad con los elementales ha provocado guerras y muertes durante milenios. Por desgracia, el pasado nos persigue, y la única manera de evitar un nuevo derramamiento de sangre es ofrecerle mi vida a Rogvall, eso o tratar de equilibrar la balanza encontrando la manera de arrebatarle sus poderes.
El Alto Mando y mi padre quieren protegerme y dejarme al margen de la expedición, pero esa es una actitud egoísta que no voy a permitir, aunque para ello tenga que simular que Marcus, el hijo del capitán general de Aisha del Norte, me ha embaucado para que me suba en su carromato y abandone la seguridad de mi hogar.
Sé que es una locura, sobre todo porque no acabo de entender en qué momento mi enemistad con Marcus se ha ido transformando en un deseo incontrolado de besarlo.
Tommy y Helsey están a punto de descubrir que el amor de verdad no se puede controlar y que un beso puede hacerte volar hasta tocar las estrellas.
Helsey solo tiene dos reglas:
Nunca te relaciones con los chicos del equipo de fútbol. Nunca seas el centro de atención.
Porque Helsey tiene dos objetivos: Mantenerse en su zona de confort. Conseguir que su secreto siga siendo un secreto.
Solo hay una cosa con la que Helsey no ha contado: Tommy Taylor
Siendo concretos: Tommy Taylor y tener que fingir que son novios para que su familia no piense que es una negada total.
¿Qué podría salir mal?
¿Lo de fingir una relación? ¿Lo de hacerse amigos en el proceso? O, quizás, ¿lo de dejarse llevar? Sí, seguramente será eso último… Lo que Helsey no imagina es lo increíble que va a resultar, cuánto va a reír, cuánto va a soñar y, sobre todo, cuánto va a sentir.