Que te quieran menos pero que te quieran bien.
La princesa Namora se muere de ganas de encontrar a su príncipe para vivir felices y comer perdices. Eso es lo que siempre ocurre en los cuentos. Por eso no duda en irse a vivir al reino de Empalago, su galante caballero. Sin embargo, una vez allí, Namora descubre que las cosas no son como se las habían contado. ¿El amor puede con todo o eso solo es un cuento?
La vida de Spensa como miembro de la Fuerza de Defensa Desafiante dista mucho de ser normal y corriente. Demostró ser una de las mejores pilotos de caza estelar en el enclave humano de Detritus y salvó a su pueblo del exterminio a manos de los krells, la enigmática especie alienígena que los tenía prisioneros desde hace décadas. Por si fuera poco, viajó a años-luz de distancia de su hogar como espía infiltradaen la Supremacía, a un lugar donde descubrió que había toda una galaxia más allá de su pequeño y desolado planeta natal.
Ahora la Supremacía, el gobierno galáctico empecinado en dominar toda vida humana, ha desatado una guerra a escala galáctica. Y Spensa ha visto las armas que pretenden emplear para terminarla: los zapadores, unas antiguas y enigmáticas fuerzas alienígenas que pueden arrasar sistemas estelares enteros en un instante. Spensa sabe que, por muchos pilotos con los que cuente la FDD, no hay manera de derrotar a ese depredador.
Sin embargo, Spensa es citónica. Se enfrentó a un zapador y percibió algo siniestramente familiar en él. Y quizá, si logra descubrir lo que es ella misma, podría ser algo más que solo otra piloto en la guerra. Podría salvar la galaxia.
Ha llegado el momento de volver a lanzarse a la aventura y seguir buscando a las Mitis, las criaturas legendarias que se convertirán en las compañeras de las Míticas, las niñas elegidas para proteger el mundo.
Ahora que Marina ya ha encontrado a Kraken, es el momento de que Ava y Max vayan en busca de sus Mitis, pero el malvado Mono Dorado también va tras las chicas que, como se han hecho famosas, ya no pueden viajar sin que las reconozcan. ¿Cómo van a saber Max, Ava y el resto de las Míticas en quién pueden confiar cuando todavía están aprendiendo a creer las unas en las otras?
Y lo que es más importante para Ava y Max: ¿cómo serán su Mitis? El misterio está servido, ¡pero seguro que serán unas criaturas de altos vuelos!