Enamorarse no formaba parte de los planes de Nora Grey. Nunca se había sentido especialmente atraída por sus compañeros de instituto, a pesar de los esfuerzos de su mejor amiga, Vee, para encontrarle una pareja. Así era hasta la llegada de Patch. Con su sonrisa fácil y sus ojos que parecen ver en su interior, Nora se siente encandilada por él a pesar de sí misma.
Tras una serie de encuentros aterradores, Nora no sabe en quién confiar. Patch aparece allí donde va y parece saber más sobre ella que su mejor amiga. Imposible decidir si debe darse por vencida y sucumbir a sus encantos, o salir huyendo y esconderse. Y cuando intenta encontrar algunas respuestas, descubre una verdad que es más perturbadora que nada de lo que Patch le hace sentir. Porque Nora está en medio de una ancestral batalla entre los inmortales y los que han caído, y cuando se trata de escoger bando, la elección equivocada puede costarte la vida.
Charlie tiene 15 años y se ha quedado solo tras el suicidio de su mejor amigo. Vive con sus padres, su popular y guapa hermana y un hermano mayor que es una estrella del futbol americano y que esta a punto de comenzar la universidad. Su profesor de lengua esta convencido de que Charlie posee una gran capacidad intelectual. Tras conocer a Sam y Patrick empieza a comprender lo que es ser un adolescente, y comienza un viaje hacia la madurez que le llevara a recorrer caminos nuevos e inesperados. Con ellos descubre nueva musica, empieza a beber, fumar y coquetear con drogas, cambia de amigos ¡Hasta que se convierte en un joven de verdad!
Perfect for fans of the dystopian settings of The Hunger Games and Divergent, the gripping second installment of the Slated trilogy is a riveting psychological thriller set in a future where violent teens have their memory erased as an alternative to jail.
When Kyla was slated, her memory was erased for good.
Except it wasn’t.
Not completely.
She remembers years of working with Antigovernment Terrorists.
She remembers acts of violence against the Lorders.
But perhaps most important—she remembers Ben.
If he’s alive, Kyla’s about to play a dangerous game between the Lorders and the AGT.
Then again, every move in her new life is a gamble.