La fuerza del pensamiento flexible radica en que nos permite inventarnos a nosotros mismos y fluir con los eventos de la vida sin lastimar ni lastimarse. Por el contrario, la rigidez psicol gica enferma, genera sufrimiento (estr s, depresi n, ansiedad, hostilidad) y promueve una violencia individual y social significativa. Si decides aferrarte a tus dogmas de manera irracional, tendr s una vida empobrecida y dolorosa. La mente flexible fortalece el "yo," act a como un factor de protecci n contra las enfermedades psicol gicas, genera bienestar y mejores relaciones interpersonales, y nos acerca a una vida m s tranquila y feliz. Si decides ser flexible, te quitar s un enorme peso de encima al ver que nada est predeterminado y que puedes ser el ltimo juez de tu propia conducta. Una mente libre y abierta al camino.
La liberación afectiva significa tomar las riendas de tu vida emocional, aun estando en pareja, sin agobios y sin sufrimientos inútiles que te impidan ser como realmente eres o como se te antoja ser. ¿Liberarte de qué? De cuatro creencias absurdas sobre el amor que suelen aplastarte y limitar tu crecimiento personal:
Si amas, debes obsesionarte.
Si amas, debes renunciar a tu identidad.
Si amas, debes tener miedo a perder a tu pareja.
Si amas, debes esclavizarte.
Es posible crear un esquema mental saludable y constructivo que se contraponga a las cuatro tendencias señaladas: al amor obsesivo, opongo un amor apasionado, pero sereno; al amor fusionado, opongo un amor con identidad personal; al amor temeroso, opongo un amor valiente, y al amor opresivo, opongo un amor libre.
¿Cómo piensan los hombres? ¿Qué sienten? ¿Qué les preocupa? ¿Cuáles son sus miedos, preocupaciones y conflictos?
Estas son las preguntas que este libro contesta, con herramientas de la psicología moderna y otras ciencias afines, poniendo al descubierto al hombre educado en la cultura patriarcal tradicional, sacando a relucir las intimidades de un mundo afectivo interior poco conocido, y proponiendo una nueva forma de vivir el amor y la sexualidad, más digna y más humana. Walter Riso propone una liberación afectiva masculina pacífica y no egoísta, donde se puedan potenciar las relaciones afectivas con la mujer, los hijos y los demás hombres.
Amar constituye una de las experiencias más significativas del ser humano. En el caso de las relaciones de pareja, la entrega completa, irrevocable e incondicional al otro es vista como un ideal deseable y maravilloso. Pero, ¿quién dijo que el amor lo justifica todo? ¿De dónde sacamos la absurda idea de que amar implica renunciar a nosotros mismos, anularnos como personas o sacrificarnos hasta el punto de ignorar nuestros intereses y necesidades fundamentales? El reconocido terapeuta Walter Riso emprende aquí la crítica a esos amores dañinos que se apoyan en relaciones de dependencia y que atentan contra la individualidad, la dignidad personal y la autoestima. Para él, la extendida idea de que uno debe querer a cualquier precio y mantenerse dentro de una relación aunque ésta sea fuente de violencia, frustración o humillaciones, constituye una distorsión que oculta el verdadero sentido del amor. Walter Riso es psicólogo, especialista en terapia cognitiva y magister en bioética. Desde hace veintiocho años trabaja como terapeuta, labor que alterna con el ejercicio de la cátedra universitaria, la realización de investigaciones en la práctica clínica y publicaciones científicas y de divulgación psicológica. Actualmente es profesor de terapia cognitiva en diferentes facultades de psicología en Latinoamérica y España y es presidente honorario de la Asociación Colombiana de Terapia Cognitiva.
Si tu pareja te ignora, te vigila, te hace daño o te miente... ¿por qué seguir con ella?
¿Por qué soportar una relación que te hace sufrir?
Aquí te va una verdad dolorosa: El amor no es suficiente para mantener unida a una pareja. Y, en algunos casos, aquello que tú consideras «amor» no es más que posesión, miedo y costumbre.
Walter Riso explora algunos de los motivos que llevan a las personas a cansarse de su relación. Si estás incómodo con tu vida amorosa, y lo has intentado casi todo, quizá sea hora de replantearse algo más de fondo. ¿El amor se terminó o eres tú quien se cansó de ese amor?
A partir de cartas de despedida escritas por el autor, aprende a decir adiós cuando solo puedes pensar: «Te amo, ¡pero ya no te aguanto!».
Te levantas cansado. La sola idea de ir a trabajar, un día más, te resulta agotadora. Haces lo mínimo para cubrir el expediente y tener tu sueldo a ?nal de mes. Para distraerte, te conectas a internet y, en vez de hacerte sentir mejor, t...
Cada vez que agachamos la cabeza, nos sometemos o accedemos a peticiones irracionales, le damos un duro golpe a la autoestima: nos flagelamos. Y aunque salgamos bien librados por el momento, logrando disminuir la adrenalina y la incomodidad que genera la ansiedad, nos queda el sinsabor de la derrota. ¿Quién no se ha mirado alguna vez al espejo tratando de perdonarse la sumisión o no haber dicho lo que en verdad pensaba? ¿Quién no ha sentido, así sea de vez en cuando, la lucha interior entre la indignación por el agravio y el miedo a enfrentarlo?
Aun así, en cada uno de nosotros hay un reducto de principios donde el yo se niega a rendir pleitesía y se rebela. Tenemos la capacidad de indignarnos cuando alguien viola nuestros derechos o somos víctimas de la humillación, la explotación o el maltrato: podemos decir NO.
En el proceso de aprender a querernos a nosotros mismos, junto al autoconcepto, la autoimagen, la autoestima y la autoeficacia, que ya he mencionado en Aprendiendo a quererse a sí mismo, hay que abrirle campo a un nuevo auto: el autorrespeto, la ética personal que separa lo negociable de lo no negociable, el punto de no retorno.
Detrás del ego que acapara, está el yo que vive y ama, pero también está el yo aporreado, el yo que exige respeto, el yo que no quiere doblegarse, el yo humano: el yo digno.
Pensar bien, sentirse bien, nada justifica el sufrimiento innecesario. Como terapeuta, Walter Riso ha descubierto que si bien es cierto que la mente es la causa de nuestro sufrimiento, también es cierto que somos capaces de revertir el proceso mental negativo. La mente humana no es exacta ni infalible a la hora de procesar la información; pero, afortunadamente, tenemos la facultad de darnos cuenta de nuestros errores y desaprender lo que aprendimos. En Pensar bien, sentirse bien, Riso nos ofrece una propuesta seria y fundamentada para empezar a pensar en uno mismo de una manera más racional y saludable, y lograr el desarrollo pleno de nuestro potencial humano. Nada justifica el sufrimiento innecesario.
Incluso los que presumen estar perfectamente acoplados a su pareja, en lo más recóndito de su ser albergan dudas, inseguridades. ¿Quién no ha sufrido alguna vez por estar con la persona equivocada, porque se apaga la llama o, simplemente, por la caricia que nunca llegó? Ama y no sufras lleva más allá lo que el autor expuso en ¿Amar o depender? No sólo se trata de amar sin apegos, que es un logro importante, sino de acabar con todo tipo de sufrimiento inútil relacionado con el amor.
Sentir amor es más fácil que explicarlo, porque nadie nos ha educado para amar y ser amados, al menos de manera explícita. Habrá quienes digan que el amor no es para entenderlo, sino para sentirlo y disfrutarlo, y que el romanticismo no soporta ningún tipo de lógica: nada más erróneo.