Las relaciones entre música y literatura son antiguas y profundas. La palabra remite a la música de maneras múltiples, y la creación literaria refleja este hecho y se sirve de él. Este libro plantea varios criterios generales para entender cómo la literatura recoge la influencia de la música y se centra en varias manifestaciones de la narrativa contemporánea que convergen en la eufónica metáfora del surco sonoro. Cada uno de sus capítulos está dedicado a un surco particular: el primero se ocupa de la teoría científica, idea filosófica y tópico cultural conocido como la música o armonía de las esferas; el segundo se centra en la música pop-rock y en el género policiaco para mostrar que la música ha servido como molde narrativo más allá de los cauces tradicionalmente explorados, y el tercero aborda la inserción de partituras como parte constitutiva de la obra literaria. Surcarán las páginas de este libro, por tanto, novelas que contienen partituras, que reinterpretan la idea de la música de las esferas, que se estructuran y se presentan como grabaciones en formato CD o que avanzan en la investigación del crimen a través de las matemáticas de la música.
Helen Vendler, una de las críticas de poesía más autorizadas, analiza cómo cinco grandes poetas modernos estadounidenses, al escribir sus últimas obras, intentan encontrar un estilo que haga justicia tanto a la vida como a la muerte. Al no disponer ya de los consuelos religiosos tradicionales, estos poetas deben inventar nuevas formas de expresar la crisis ante la muerte y la paradójica coexistencia de un cuerpo en decadencia y una conciencia intacta. En La roca, Wallace Stevens escribe narraciones simultáneas de invierno y primavera, en Ariel, Sylvia Plath presenta el melodrama con una fría formalidad y, en Día a día, Robert Lowell resta plenitud. En Geografía III, Elizabeth Bishop queda atrapada y liberada, mientras que James Merrill, en El rocío de la sal, crea una serie de autorretratos mientras muere, representándose a sí mismo con cosas como un árbol de Navidad.
Si solo pudieras leer un libro al año, ¿cuál sería?
Un recorrido por cada etapa de la vida a través de la mejor literatura universal.
La historia de los libros es inseparable de la historia personal, pues leer nos permite entendernos, escapar, recordar y aprender. En Un libro para cada año de tu vida, Fernando Bonete (@en_bookle) construye un mapa literario que asocia cada etapa de la vida con obras clave, desde Isaac Asimov hasta Emilia Pardo Bazán, recordándonos que los libros, en su dimensión individual y colectiva, son esenciales para vivir y comprender la experiencia humana. A través de géneros como la ciencia ficción, el romance, la aventura o el thriller, esta colección no solo guía nuestras experiencias vitales, sino que también celebra el poder transformador de la literatura.
Robert Darnton analiza el comercio de libros en los años previos a la Revolución francesa. Su estudio atraviesa diversos temas, como las prácticas editoriales de la época, los canales de venta y distribución, el papel de los vendedores de libros y la demanda literaria. El hilo conductor es un vendedor de libros de la época, Jean-François Favarger, quien realizó un viaje de cinco meses a través de toda Francia, analizando y comentando los acontecimientos del mundo del libro que presenciaba, los cuales plasmaba en un diario. De manera paralela, Darnton disecciona las implicaciones del negocio y la literatura en la formación de la cultura francesa, el papel de los libreros y vendedores como intermediarios entre el texto y el lector y los libros más populares de la época.
Este libro no es tanto un manual de traducción como una amena guía cultural. No trata de metodología ni de técnica, sino de los plátanos o las higueras que crecieron en el Evangelio de san Mateo según las distintas traducciones, o del pez de Babel, criatura maravillosa que sólo había que acercarse al oído para comprender al instante todas las lenguas del mundo. Dicho de otro modo, esta obra nos descubre lo que la traducción es capaz de hacer por nosotros en todas las áreas en las que interviene, desde la literatura hasta la diplomacia, pasando por la filosofía, la subtitulación, las noticias o el turismo.