Convierte tu dolor y tus fracasos en combustible para el éxito. Rompe ahora mismo con esos conceptos que te tienen atado. ¡Levántate! Redefine el concepto de fracaso y conviértelo en el trampolín que te permitirá dar un salto de victoria. ¿Por qué estás donde estás? explora cuatro grandes áreas para convertir el fracaso en tu aliado: Tu pasado no define tu futuro en lo más mínimo. Desde ahora mira hacia adelante. Reinterpreta tus errores. Entra en acción para tener una mejor vida. Derriba hoy tu antigua versión, destruye lo que no te funciona y construye un campeón invencible.
La prueba principal de la existencia de Dios, yace en el he-
cho de que, nada sucede a no ser que algo lo cause, así mismo,
los bizcochos no desaparecen del envase, a menos que los dedos
de alguien se los lleven, y un nogal no brota del suelo, si antes
no cayó allí una nuez. Los fi lósofos enuncian este principio,
diciendo que “cada efecto debe tener una causa”.
No hay nada que tranquilice a nuestros corazones y mentes como las promesas de Dios.
Promesas de Dios para cada una de tus necesidades ofrece el consuelo y la esperanza que sólo se encuentran en la Palabra de Dios. No importa cuál sea tu situación, ¡Dios tiene una promesa para ti!
Algunas de las promesas que se abarcan incluyen:
Eternidad
Amor
Paciencia
Seguridad
Perdón
El Espíritu Santo
La fidelidad de Dios
La confianza es el oxígeno de todas las relaciones humanas. Pero también es lo que te hace tropezar después de haberte quemado. Puede que un amigo te decepcione constantemente. Un líder o una organización que respetas resulta ser diferente de lo que aparenta. Tu cónyuge te engaña. Un familiar te traiciona. Estás agotado por las decisiones de los demás y empiezas a cuestionarte tu propio discernimiento. Y te preguntas: "Si Dios permite que esto ocurra, ¿se puede confiar en Él?”.
Recibiendo la gracia de Dios es un conjunto de relatos de la vida cotidiana donde la presencia de Dios se hace experiencia revelada a través de la vida de la autora y su familia. Ana Ceballos es una mujer que vive atenta a los signos de los tiempos, su mirada busca la presencia de Dios en los acontecimientos sencillos del día a día; tal vez allí donde nadie le busca, ahí Ana ha podido desvelar la presencia trascendente de Dios, mostrándonos que Él se encuentra en lo aparentemente sencillo, como el acto de respirar que nos genera la vida, como en momentos inexplicables de nuestra realidad... Un total de 30 anécdotas que muestran la presencia de Dios en la vida de una mujer sencilla, hospitalaria, atenta a las señales de los tiempos, solidaria y compasiva, madre y esposa.
Sin importar la edad que tengas, la familia de donde provengas o los conocimientos con los que uentas, tarde o temprano tendrás que pasar por situaciones que no son exactamente lo que esperabas enfrentar. Estas circunstancias llegaron sin avisar, sín pedir permiso, para victimizarte, aislarte o hacerte sentir que jamás podrás superarla. ¡No le des el gusto! Porque precisamente el modo en cómo decidas hacerle frente a lo que te acontece es lo que marcará la diferencia entre si terminas rendido o superas tal embate como un sobreviviente. Uno que al ver lo que fue quebrado, no se lamenta por los pedazos sino que se enfoca en lo que puede hacer con ellos.