Wanda rijo fue escogida y apartada por Dios como pastora para avanzar la obra del reino de Dios, afirmar, edificar, equipar y restaurar a cada individuo y familia hasta
que Su gloria cubra la tierra. Es una mujer con un fuerte llamado a la intercesión y
usada por el Espíritu Santo en el ministerio de liberación y sanidad interior, con un llamado profético y gran revelación de la Palabra de Dios. La cual a través de ella, quiere
transmitir su pasión llevando una palabra de aliento a esta generación que provoque
libertad a los cautivos y la renovación del entendimiento en aquellos que anhelan cambios en su vida.
La devoción es un acto interior en el cual el ser humano se entrega a Dios de manera total. Es un acto de amor y de honra a Dios. Para que podamos vivir una vida abundante, necesitamos rendirnos por completo a Él, dedicar tiempo a buscar su rostro y dejar que haga la obra en nuestro interior y a través de nosotros.
Dios quiere llevarnos a nuevos, más profundos y extensos territorios en Él, y solo si tenemos una base sólida a partir del cual podemos expandirnos podremos asegurar una estabilidad continua en nuestra fe. La Palabra de Dios es el fundamento para edificar al creyente; esto lo prepara para recibir la revelación. Cuando hacemos vida en nosotros la palabra de Dios, la verdad nos es revelada y caminamos en la libertad gloriosa de los hijos Dios. Por tanto, es cuando la
hacemos vida, que esa revelación nos cambia y transforma.
El secreto para amar a la gente que es difícil de amar es amarla de todos modos...
Jesús aconseja que “se amen los unos a los otros. Así como yo los he amado, también ustedes deben amarse los unos a los otros” (Juan 13:34 NVI). Suena maravilloso, amar a todos como Jesús lo ama a usted. Pero, a menudo, la realidad de vivir de esta manera es más desafiante o puede parecer imposible, porque muchas personas son simplemente difíciles de amar.
Probablemente usted sepa esto por experiencia personal. Tal vez sea un compañero de trabajo poco amigable, un vecino entremetido o alguien de su familia o su ex pareja. Y más en estos días, donde las redes sociales y otros medios de internet son fuentes comunes de comunicación hostil. No obstante, Dios quiere ayudarle a amar a los demás como Él lo ama a usted, incluso a quienes son más difíciles de amar.
En este libro, Joyce Meyer comparte la sabiduría práctica de la Biblia y sus experiencias personales sobre cómo superar los obstáculos para amar a las personas difíciles. Descubrirá cómo ser un pacificador en circunstancias tensas o incluso volátiles, convertirse en una persona que no se ofende fácilmente, saber cuándo adaptarse a los demás y el secreto para amar como Jesús cuando parece imposible hacerlo.
Con la ayuda de Dios, puede convertir las interacciones frustrantes en agradables y traer la paz que apaga el fuego de la contienda cuando estallan las discusiones. No tiene que vivir bajo una nube de intimidación o temor al tratar con personas difíciles, ya sean conocidos o personas cercanas a usted. Cuando aprenda a amar como Jesús, ¡será libre de amar a la gente que es difícil de amar!
“Mientras gozaba de su compañía, yo era lo mejor que podía ser. Vi la bondad que era capaz de vivir, como si su santidad se me pegara un poco. Hace un cuarto de siglo que se ha ido y aún me siento huérfano”. —Jim Towey
La Madre Teresa fue una de las mujeres más admiradas del siglo XX y su memoria continúa inspirando a muchos alrededor del mundo, pues incluso una santa puede amar los chocolates, hacer bromas o regañar al presidente de los Estados Unidos. Esta fue la mujer a la que Jim Towey conoció a mediados de los noventa — cuando era congre-sista y abogado de alto nivel—, la que iluminó el vacío que había en su vida. Durante más de una década, Towey viajó frecuentemente con ella, gestionó encuentros con políticos y donantes de Estados Unidos, y manejó muchos de sus asuntos legales y personales.
Amar y ser amado es su recuento de esos años, un libro en el que veremos la dimensión más humana de la Madre Teresa, pero sobre todo su extraordinaria devoción a Dios y a sus hijos más pobres.