Hotel Cosmos es una obra testimonial, rebelde, que intenta romper con romanticismos baladíes y presenta una prosa grotesca y acuciante... Tal como dijo Aída: destructora, yo diría constructora, de una teología del oprimido que muerde la suela de su opresor. RAÚL LOCKWARD CÉSPEDES
Los siete cuentos que conforman este libro destacan de manera testimonial las distintas formas de violencia que sufren las mujeres, desde las más pequeñas hasta las a ancianas.
Dirigido a jóvenes y adolescentes, la autora refiere acontecimientos del diario vivir, donde ellas son abusadas sicológica y físicamente por los hombres y por las mismas mujeres, estas últimas con chismes, suposiciones, calumnias, omisiones y adoptando decisiones erradas producto de una sociedad que las dirige y minusvalora.
El eje del libro consiste en destacar las maneras en que las sometidas logran salir de situaciones injustas y vergonzantes, a través de un ejercicio de voluntad y de autopreservación.
Los sesenta y ocho textos que componen el índice de Crónicas crónicas constituyen una muestra bastante elocuente de lo que viene a ser el ejercicio de la escritura cuando la asume René Rodríguez Soriano: una perpetua búsqueda de difuminar, hasta hacerlos desaparecer, los límites entre los distintos géneros expresivos, literarios o no, por la vía de la inoculación en el torrente verbal de los inefables fluidos de una escritura poética cuyo arsenal se encontraba ya presente, en su gran mayoría, en los poemas de este autor dominicano.
Esta obra se aparta de la casi totalidad de las historias de pueblos y ciudades que se han publicado en el país en muchos sentidos y puede decirse que, junto a Historia social de Santiago de los Caballeros 1863-1900, constituye la historia local más importante y acabada que se haya escrito en la República Dominicana. Esta obra de Edwin Espinal Hernández es un nuevo hito en la historiografía dominicana. No hay otra historia de ciudad o de pueblo, en dimensión y en complejidad, que se iguale con estos volúmenes. Frank Moya Pons
Es una Novela que hace un recorrido de la identidad de un tiempo trastornado, difícil y problemático en la memoria itinerante de un sueño, que permanece flotante en una realidad rota y sin nombre, la cual vive perdida y se transforma buscando la libertad. Una Novela de esperanza para un tiempo que está vacío..., una luz en el camino... y un sueño que contiene la promesa, que frente a los laberintos del destino alcanza la libertad. Es una Novela, que contiene la fertilidad de encontrar en el peregrinaje una tierra plagada de oportunidades. Aquiles salió de Jarán a recorrer los senderos de la vida buscando un sueño, un mundo vasto y diverso, en la que espera un poco, ¡y pasan tantos pocos cada día en el trajín cotidiano de una ciudad que está llena -y al mismo tiempo vacía-, de gentes que vienen y gentes que se van, cuyos límites se van estrechando de borde en borde, sin ver siquiera en qué tierras dejaron su simiente! Donde "las camas serán duras peñas y su dormir, siempre vigilar, siendo así no habrá ocasiones para estar todo el año, sino más bien que para una noche". Esa búsqueda se convirtió para él en un momento, que precede entre el asombro y el miedo..., búsqueda que fluye entre la vida y la muerte. Cada noche lo percibía con evidencia, sin poder tocar su fondo. Lo intuía y lo vivía sin saber cuando podía llegar. Suceso que constituye el -estar y no estar, -ser y no ser -espacio y tiempo- en cuyo destino prolifera un devenir paradójico lleno de posibilidades, que respira dondequiera, aún sin conocer en qué consiste... ni se intuya por qué camino enfilará.