Augustus Everett is an acclaimed author of literary fiction. January Andrews writes bestselling romance. When she pens a Happily Ever After, he kills off his entire cast.
They’re polar opposites.
In fact, the only thing they have in common is that for the next three months they’re living in neighboring beach houses, broke and bogged down with writer’s block.
Then one hazy evening, one thing leads to another and they strike a deal designed to force them out of their creative ruts: Augustus will spend the summer writing something happy, and January will pen the next Great American Novel. She’ll take him on field trips worthy of any rom-com montage, and he’ll take her to interview surviving members of a backwoods death cult (obviously). Everyone will finish a book and no one will fall in love. Really.
Un mundo en la oscuridad.
Una chispa ardiente.
Un fulgor de las estrellas.
Bryce Quinlan nunca esperó ver otro mundo diferente a Midgard, pero, ahora que lo ha hecho, lo único que quiere es regresar a su hogar. Todo lo que ama está en Midgard: su familia, sus amigos, su pareja. Atrapada en un mundo extraño, necesitará hacer acopio de todo su ingenio para poder volver a casa... y no será una tarea fácil, porque no tiene ni idea de en quién puede confiar.
Hunt Athalar se ha visto envuelto en bastantes líos a lo largo de su vida, pero este podría ser el más complicado. Después de conseguir todo lo que siempre quiso, ahora está de nuevo encerrado en los calabozos de los Asteri, sin conocer el paradero de Bryce. Está desesperado por ayudarla, pero mientras no pueda escapar del yugo de los Asteri, tiene las manos atadas. Literalmente.
Es la mañana de la cosecha que dará inicio a la décima competencia anual Los juegos del hambre. En el Capitolio, Coriolanus Snow de dieciocho años, se prepara para su única oportunidad de alcanzar la gloria como mentor en los Juegos. La antiguamente poderosa casa de Snow ha atravesado tiempos difíciles y su destino depende de la remota posibilidad que Coriolanus pueda superar en gracia, astucia y maniobras a sus compañeros de estudios para ser el mentor del tributo ganador.
Las probabilidades están en su contra. Se le ha asignado la humillante tarea de ser mentor del tributo femenino del Distrito 12, el más bajo de lo bajo. Sus destinos están ahora completamente entrelazados: cada decisión que tome Coriolano podría conducirles al éxito o al fracaso, al triunfo o a la ruina. Dentro de la arena, será una lucha a muerte. Fuera de la arena, Coriolanus siente pena por su tributo condenado al fracaso… y debe balancear su necesidad de seguir las reglas con su deseo de sobrevivir sin importar lo que cueste.