Defensora de los derechos de la mujer, de la causa obrera y, muy especialmente, de la necesidad de una reforma penitenciaria que acabara con el hacinamiento y la inseguridad jurídica en la que vivían los presos, Concepción Arenal (1820-1893) es la pensadora más original y lúcida del siglo xix español. A pesar de las limitaciones a las que tuvo que enfrentarse como mujer con una marcada vocación filosófica –en una época todavía muy misógina–, desarrolló un pensamiento que sigue siendo vigente en sus postulados fundamentales. El mayor problema que ofrece su obra, sin embargo, es la dispersión intelectual de sus reflexiones, diseminadas en artículos, ensayos y libros de muy variada naturaleza. Y esta es la razón principal que justifica y motiva la publicación de esta antología.
Elaborado por la prestigiosa profesora Anna Caballé, el volumen, además de ofrecer por primera vez una visión global de los escritos de Concepción Arenal, permite comprender su pasión por el bien, en el que tanto creyó como eje de un progreso social verdadero. La humanidad no va chocando de escollo en escollo, sino venciendo lentamente los obstáculos que se le presentan en su marcha hacia el bien. Este bien no es fácil, pero no es imposible tampoco. He aquí el secreto de su filosofía.
¿Por qué vivir en sociedad? ¿Por miedo? ¿Por comodidad? ¿O hay quizá alguna razón más profunda? Aranguren analiza cinco grandes respuestas que justifiquen la vida social occidental en el siglo XXI.
La inmensa mayoría de los seres humanos vivimos en sociedad. ¿Por qué? ¿Por el deseo de neutralizar la violencia que sentimos dentro, o la violencia de los demás? ¿Vivir en sociedad mejora al ser humano, o más bien lo degenera? ¿No nos estará robando lo más auténtico de nosotros mismos?
Si fuéramos sociales por necesidad, deberíamos subordinarnos a los fines de la ciudad, o del Estado. ¿Debemos entregar entonces nuestra libertad, a cambio de un proyecto común más importante? Algunos defienden que ese modo de organizarse se ajusta a la vida buena, nos hace mejores, y nos permite entender lo que somos. Si es realmente así, ¿qué responsabilidades genera? ¿Ante quiénes? Desde la creencia, ¿es la vida en común un símbolo de la condición del ser humano como imagen de Dios?
Este libro estudia cinco propuestas (Hobbes, Rousseau, Platón y Aristóteles, y la que propone el cristianismo), sin orden cronológico ni intención académica. Los autores citados sirven de pretexto para compartir ideas y activar el pensamiento crítico del lector en torno a la vida social occidental en el siglo XXI.
Un anti-manual de autoayuda para cultivar las costumbres virtuosas en la época del narcisismo identitario
¿Te bastas y sobras? ¿Eres por ti y a nadie debes nada? ¿Te han convencido de tu carácter único y de tu falta de ataduras? Según el filósofo Jorge Freire, has de renunciar cuanto antes a tales disparates.
Hazte quien eres constituye una demolición de las consignas sobre las que, erradamente, sociedades como la nuestra construyen un modelo de vida buena. A partir de la máxima de Píndaro «hazte el que eres, como aprendido tienes», Freire nos anima a cultivar provechosamente las circunstancias que nos condicionan.
Afianzándose en la filosofía y sabiduría antiguas, el filósofo reniega de fantasmagorías como la del self-made man. ¿Quién es el único artífice de su ventura? Uno se las tiene que haber con su propia circunstancia, nunca contra ella.
Jorge Freire, el ensayista más perspicaz y afilado de su generación, pone en solfa uno de los mitos de nuestro tiempo, la dichosa «identidad». No importa lo que somos, sino lo que hacemos, pues al hacer cosas nos hacemos a nosotros. Por eso el identitarismo no es más que una variante del narcisismo: Peor que creer que no se tiene ombligo es pasar la vida mirándoselo.
¿Cómo convertirnos en aquello que deseamos parecer? Mediante el ejercicio de las buenas costumbres. Se equivocan, a su juicio, quienes toman la nobleza del hábito por la vileza mecánica de la repetición. La costumbre, cuando es buena, nos empuja a la virtud.
Diarista de excepción, erudito y con sentido del humor, en la senda de Andrés Trapiello y Josep Pla; prosista capaz de conjugar gastronomía y literatura como digno sucesor de Néstor Luján y AJ Liebling, y periodista de inteligencia analítica, sofisticación y lucidez literaria, en la tradición de Azorín o Paul Morand, Ignacio Peyró saltó a la fama en 2014 por su inusual y exquisita anglofilia, gracias a su monumental Diccionario sentimental de la cultura inglesa. Ahora, en Un aire inglés, recoge artículos de tema británico publicados entre los años 2008 y 2021 en revistas como Ínsula o Vanity fair y diarios como El País o ABC. No es casual que, a la mitad del camino entre ambos años, se publicara Pompa y circunstancia. Este volumen, en el espíritu anglo que va de la Suite inglesa de Julien Green a las Cosas inglesas de Patrick Mauriès, recoge algunas de las inquietudes primeras que cristalizarían en aquel libro, al tiempo que reúne piezas escritas a rebufo de su feliz acogida. El ideal es que Un aire inglés y Pompa y circunstancia se redondeen, en su lectura, el uno al otro.
Uno de los libros más celebrados de Séneca.
Este es uno de los libros más celebrados de Séneca. Los sabios consejos dirigidos a su discípulo Lucilio tienen una validez que traspasa las fronteras del tiempo. Séneca nos habla sobre la conveniencia de una relación de equilibrio con la naturaleza, sobre la importancia de las cosas que hacemos a diario, cómo llevar una vida sana y honesta, qué es licito y qué no, lo que nos enriquece y nos empobrece, lo que es bueno y lo que es malo sin caer en el maniqueísmo, sobre la importancia y el cultivo de la amistad… En pocas palabras, sobre cómo aprender a vivir, amar y morir.
Este volumen describe con firmeza la historia de las ideas de los precursores de la Modernidad y su lucha contra sus perseguidores. Esta contienda todavía no ha terminado y nosotros somos sus herederos.
Tras una detallada historia de las ideas del Renacimiento, este libro destila otro libro oculto de intervención política, en el que el lector encontrará un aliado intelectual contra los poderes actuales de la reacción, del servilismo, del dogmatismo y del totalitarismo.
La imagen que nuestra época elabore acerca del Renacimiento es muy importante para definir el futuro que queremos construir. Justo por ello, aquellas corrientes intelectuales y religiosas herederas del escolasticismo están muy interesadas en transmitir e imponer una idea residual del Renacimiento.
Frente a esto, el libro de Herrera define con claridad qué debe la Modernidad al verdadero precursor (el humanista y el filósofo renacentista) y qué debe la Modernidad (si le debe algo positivo) al perseguidor (la escolástica y sus poderes temporales). El perseguidor nunca fue el precursor de la Modernidad en términos de ilustración, libertad, antidogmatismo y cosmopolitismo.