Un texto capital del Renacimiento que nos recuerda que imaginar la libertad es más urgente que nunca.
Más de quinientos años después de su publicación, Utopía sigue siendo un hito del pensamiento político occidental, así como el más alto referente de la necesidad humana de construir mundos posibles.
Esta bella edición incluye una introducción del premiado escritor China Miéville, que analiza los límites de las utopías actuales a la vez que insiste en la necesidad de un pensamiento que imagine mundos posibles. Además, se añaden cuatro ensayos de Ursula K. Le Guin, una de las expertas más reputadas en pensamiento utópico, sobre su largo compromiso con la obra de Moro.
En 1516 Erasmo de Róterdam publicaba una obra de su amigo Tomás Moro. Se trataba de un retrato mordaz de la Europa renacentista, al que acompañaba, por contraste, la descripción de un lugar ideal: Utopía, isla remota del Nuevo Mundo gobernada con mesura y en donde todos los habitantes vivían en armonía. Lo que el humanista inglés concibió como «librito entretenido» y fantasioso, sin embargo, acabó superando con creces su marco narrativo. Aquella crítica al orden social establecido se convirtió en una obra cumbre del pensamiento, que traspasó tiempos y fronteras hasta dar lugar incluso a un nuevo término: nuestra «utopía».
Vacío y plenitud es una de esas obras fundamentales que permiten acceder a la comprensión de la pintura china. Su autor, François Cheng, conocido especialista en poesía y pintura chinas, expone el desarrollo que, a lo largo de quince siglos, ha tenido la pintura en China, pero su estudio no es de carácter histórico sino filosófico. La primera parte explora el sistema de la pintura en relación con la filosofía taoísta a partir de la noción de vacío que todo artista debe conocer, eje fundamental de la concepción china del universo y su comprensión del mundo objetivo, ligado a la idea del aliento vital y al estado supremo al que el hombre debe tender. Cheng explica también al lector occidental la adscripción de este arte a la concepción taoísta, incorporando fragmentos de pintores y tratadistas chinos sobre elementos y momentos de la actividad pictórica.
Carl Schmitt es el último gran clásico del pensamiento político. En los últimos treinta años, sus ideas han animado los más variados debates ideológicos desde la nueva derecha al populismo de izquierdas.
Su importancia se debe a su capacidad premonitoria: nos ofreció varias fórmulas, la teología política y la oposición entre amigos y enemigos, que nos sirven a comienzos del siglo XXI para comprender la política.
Sin embargo, a Schmitt se le ha difundido más de lo que se le ha comprendido. Es prestigioso apelar a su nombre, pero se reclaman sus obras más por la espectacularidad de sus títulos que por las incertidumbres de sus contenidos.
Este libro quiere aclarar las tres cuestiones por las que Schmitt ha traspasado los límites de la especialización: la teología política, el concepto de lo político y la teoría de la Modernidad. Las dos primeras solo alcanzan verdadera concreción, son algo más que unidades vacías, si se tiene en cuenta el ambiente en que viven y respiran: la peculiar, idiosincrásica y unilateral teoría de la Modernidad imaginada por Schmitt.
¿Qué distancia hay entre los humanos y los animales, incluso el "calamar vampiro del infierno"? El científico, filósofo y divulgador Vilém Flusser utiliza esta pregunta como trampolín para sumergirse en un océano literal y filosófico. En parte tratado científico, en parte burla, en parte discurso filosófico, en parte fábula, Vampyroteuthis Infernalis ofrece una comprensión filosófica posthumanista única de la fenomenología y abre el camino a una no-filosofía de la vida.
Esta es una fábula de dos animales que comparten el ser únicas especies de su género. El primero -nuestro protagonista explicito, el Vampyroteuthis inferna lis- Vive en las profundidades submarinas absorbiendo el mundo con su cuerpo. El segundo animal, el Homo sapiens, aparece tácitamente como contraparte del primero. Pero es quien observa y describe, quien construye teorías y relatos desde el cielo luminoso de la razón y el espíritu.
Simétricamente opuestos en la escala animal, hombre y octópodo se reflejan según una extraña correspondencia que es el eje del relato. De una descripción científica, el texto se transforma en una especulación filosófica y, finalmente, en una interrogación técnica y poética. Y es que, como dice Vilém Flusser, el Vampyroteuthis es nuestro infierno. Él encarna aquello que por vivir en la tierra hemos sumergido en la profundidad de la conciencia.
Quince años después de salir a la luz 'Verdad y método' (1960), Hans-Georg Gadamer presentó un segundo volumen que quería ser su complementario. Sobre esta segunda obra el propio autor comentaba lo siguiente:
'Ha llegado el momento de examinar, en su consistencia global, el esbozo teórico de 'Verdad y método I', que recogía investigaciones en torno a la unidad de un todo filosófico, y de averiguar si se advierten grietas o fisuras en la coherencia del conjunto… En este sentido, el presente volumen tiene un carácter complementario. Su contenido se articula en tres apartados: 'preliminares', 'complementos' y, la sección más importante, 'ampliaciones', fruto del debate de mis ideas… En empresas de este género es de rigor tener en cuenta el eco que el propio proyecto ha despertado en la crítica. Espero que este segundo volumen de 'Verdad y método' sirva para mejorar las deficiencias del primero y para estimular el trabajo de los más jóvenes.