La extensa y variada obra de Platón (h. 428-h. 347 a.C.) ofrece en El banquete un estilo y una configuración peculiares, condicionados por la elección del escenario (una conversación después de una comida) y la naturaleza del tema tratado (el amor, esencial y recurrente a lo largo de la obra platónica). Como señala Carlos García Gual, en este diálogo Platón despliega con habilidad literaria y versátil retórica un abanico de perspectivas que permite al lector advertir la complejidad de los enfoques posibles, para luego establecer, a través de la iluminada revelación de Diotima, su propia teoría, según la cual el impulso erótico se sublima en una escala dialéctica hacia esa idea de Belleza que es también el Bien.
Los temas de que se ocupa esta obra -Eurípides y Sócrates, Apolo y Dioniso, la epopeya y la lírica, etc.-, así como las funciones docentes de su autor, catedrático de Filología Clásica en Basilea desde 1869, hicieron pensar inicialmente a la crítica académica que El nacimiento de la tragedia (1872) no era sino un tratado erudito para helenistas. Sin embargo, ya desde este su primer libro Friedrich Nietzsche (1844-1900) se proponía realmente exponer las líneas maestras de una nueva concepción del mundo que iría perfilando en obras sucesivas y que , gira en torno al pensamiento trágico, la intuición de la unidad de las cosas, la afirmación recíproca de la vida y de la muerte, el eterno retorno y la inocencia del devenir.
La aparición de El nacimiento de la tragedia en 1872 supuso el estreno genial de un joven pensador que ya tenía muy claro en qué ámbitos se iba a desenvolver su reflexión filosófica. En efecto, esta obra primeriza contiene ya gran parte de las ideas que Nietzsche desarrollará en lo sucesivo y que marcarán un giro rotundo en el pensamiento occidental. Este ensayo surgió de una auténtica obsesión por conocer la naturaleza de la tragedia griega, por penetrar en los más oscuros entresijos del mundo de la Grecia antigua, visto como la clave esencial para diagnosticar lo que se consideraba una aguda crisis de la cultura europea. Esta visión, denominada «romanticismo helénico», arraigó con fuerza inusitada en la sociedad alemana, donde adoptó un cariz acusadamente filológico: muchos pensadores creyeron percibir una misteriosa afinidad entre la lengua alemana y la griega, cuya extraordinaria capacidad para expresar las nociones más abstractas la habían predestinado a crear el milagro del pensamiento filosófico. Nietzsche lleva a cabo una dura crítica de la civilización moderna y se propone transfigurar la existencia mediante el arte para hacerla digna de ser vivida, formulando para ello una filosofía total de la vida apoyada en dos conceptos esenciales: lo apolíneo (el elemento dramático, el sueño) y lo dionisíaco (la música, la embriaguez). La presente edición incluye artículos y opúsculos de diversos autores (Rohde, Wagner y otros), escritos al calor de la controversia suscitada en torno a la obra.
Última de las obras que escribió Cicerón (106-43 A.C.) sobre retórica, " El orador " es aquella en que revela con mayor claridad sus ideas sobre esta disciplina. En ella trata de las condiciones que debe poseer el orador ideal, de los diversos estilos de oratoria, de la armonía de la frase y, finalmente, de las partes del discurso y del ritmo que debe caracterizarlo. Compuesto en el año 46 A.C., " El orador " constituye un texto clave de la teoría literaria de la Antigüedad.
«Las historias importan. Importan muchas historias. Las historias se han utilizado para desposeer y calumniar, pero también pueden usarse para facultar y humanizar. Pueden quebrar la dignidad de un pueblo, pero también pueden restaurarla.»
La «Historia del pensamiento» de Jesús Mosterín está integrada por libros monográficos autónomos, que se caracterizan por la frescura de la mirada, el enfoque interdisciplinar, la relevancia actual, la lucidez del análisis y la claridad de la exposición. En su conjunto, la serie ofrece una panorámica única y completa de la evolución de las ideas filosóficas, religiosas, científicas y políticas, situadas en su contexto social. El volumen correspondiente a El pensamiento arcaico todavía no filosófico ni científico, aunque poseedor ya de una visión del mundo, una historia del origen de las cosas, una justificación del incipiente poder político, una moral y unas reflexiones sobre el sentido de la vida y de la muerte trata de las brumosas raíces del pensamiento humano en la Prehistoria, así como de su desarrollo posterior en Mesopotamia, Egipto, las culturas arcaicas del Egeo y de la India, la cultura indoeuropea y, por último, las civilizaciones arcaicas de Mesoamérica.
El presente volumen contiene una selección de ensayos breves que muestra cómo las ideas han dado forma al mundo moderno, es decir, cuál es el papel social y olítico -pasado, presente y futuro- de dichas ideas y de sus progenitores. Se trata de la faceta más lúcida y accesible de Berlin, y del punto de partida ideal para quienes no conozcan la obra del autor. La veintena de piezas cubre una gran variedad de temas: la Ilustración, el Romanticismo, la filosofía de Karl Marx, el papel de la inteligentsia, la cuestión judía, la libertad, el realismo en política, el nacionalismo. La obra incluye el último ensayo escrito por Berlin, «Mi trayectoria intelectual», en el que el autor proporciona su propia versión de su desarrollo como pensador, y el texto «Democracia, comunismo y el individuo», la primera declaración pública de Berlin sobre el pluralismo de los valores, el cual se ha convertido en una de sus más célebres contribuciones al pensamiento moral y político.
La Enciclopedia de Hegel fue concebida por su autor como un compendio o manual general para los oyentes de sus cursos, es una obra única en el sentido de que expone por primera vez el trazado programático completo del sistema filosófico hegeliano, incluyendo, por tanto, las tres partes de dicho sistema: «Ciencia de la Lógica», «Filosofía de la Naturaleza» y «Filosofía del Espíritu».
No cabe duda de que uno de los más potentes efectos que la filosofía de Spinoza produjo durante los tres últimos decenios del siglo XVII fue el de conferir una unidad de intención crítica, a veces desmedida en su violencia, a judíos y cristianos (ya fueran católicos o reformados), místicos y teólogos racionales, cartesianos y anticartesianos, oratorianos y jansenistas. El odio teológico y metafísico suscitado por el judío de Áms-terdam fue unánime, si bien las estrategias y tácticas desplegadas para aniquilar su doctrina fueron varias. De todas ellas se hace eco Fierre Bayle, guardando y difundiendo por los siglos su memoria. Pero lo hace construyendo a la vez, paciente y laboriosamente, a lo largo de más de veinte añqs y en prácticamente todas sus obras, una imagen mítica y, como tal, perdurable del famoso y temido «ateo de sistema». De esta manera, y dado que los escritos que aquí se ofrecen constituyen una suerte de corpus fundamental —al que se ha visto obligado a recurrir todo aquel que durante la práctica totalidad del siglo xvm quisiera informarse sobre la vida y la doctrina de Spinoza—, los efectos provocados por su filosofía comienzan a transformarse. El spinozismo quedará convertido en una de las más potentes condiciones de la elaboración del programa filosófico de la Ilustración más crítica y radical.