Publicadas en 1928, estas lecciones de fenomenología aparecieron en edición de Martin Heidegger según la ordenación y composición del texto que había preparado Edith Stein en 1917. La investigación de Husserl, que en un principio sólo pretende aclarar la estructura interna de la conciencia que capta el paso del tiempo, se ve llevada a detectar, por la problematicidad misma del asunto, la existencia oculta de una síntesis perceptiva que a cada momento, sin posible fallo, sin participación del yo, sin necesidad de sensaciones, recompone la orientación temporal del campo fenoménico. La dificultad legendaria de estos análisis sólo es comparable a su relevancia teórica: el enigma del tiempo y el misterio de la conciencia revelan aquí una sorprendente afinidad intrínseca, que admite, con todo, aclaración descriptiva, es decir, fenomenológica.
Elaborado a partir de sus apuntes y de las lecciones que había redactado para la asignatura sobre filosofía política moderna que durante tantos años impartió, recuperamos uno de los títulos más importantes de John Rawls.
El objetivo de las lecciones de Rawls era, según él mismo escribió, «distinguir los elementos fundamentales del liberalismo como expresión de una concepción política de la justicia cuando éste es contemplado desde dentro de la tradición del constitucionalismo democrático». Para ello, examina las diversas corrientes que configuran las tradiciones liberal y democrática constitucional, así como las figuras históricas que mejor representan estas corrientes.
Si bien Más allá del bien y del mal (1886) retoma elementos e ideas de Así habló Zaratustra profundizando en ellos, presenta un tratamiento de los mismos completamente distinto. Entre una y otra obra hay, fundamentalmente, un reajuste de la miradb: el paso del símbolo al concepto, de la poesía a la psicología, de la confianza a la sospecha, de la lejanía que permite dejar de lado los defectos a la óptica microscópica que pone de relieve las miserias; un reajuste que permite a Friedrich Nietzsche (1844-1900) dar un paso más en la radicalidad de su pensamiento filosófico.
Las Meditaciones del gran emperador-filósofo romano Marco Aurelio son sencillas aunque profundas obras de filosofía estoica que, a día de hoy, continúan ofreciendo a muchos orientación y consuelo con su elocuencia, sabiduría y humildad.
Los trabajos de Rudolf Otto fueron pioneros en la formación de la fenomenología de la religión y el desarrollo del estudio comparado de las religiones. Buena muestra de ello es la presente obra que, mediante una comparación de los grandes tipos fundamentales de la mística oriental y occidental, se adentra en la esencia de e se fenómeno espiritual denominado mística. Gracias a la iluminación recíproca de los rasgos particulares de ambas formas de mística, dicha esencia se pone de manifiesto de manera progresiva. Desde los tiempos primitivos de la especulación mística en la antigua India hasta el idealismo moderno de J. G. Fichte, se descubre una concordancia en los motivos primordiales de la experiencia psíquica de la humanidad que apunta a una afinidad interna del espíritu humano y autoriza a hablar de una esencia unitaria de la mística.Sobre este fundamento surge la segunda tarea que se proponen estos estudios: captar esa esencia unitaria en la multiplicidad de sus diferentes formas típicas posibles, eliminando con ello el prejuicio según el cual existiría «una única mística, siempre idéntica». Solo entonces cabe entender en su peculiaridad a personalidades tan significativas como el alemán Maestro Eckhart, el indioŚankara, el griego Plotino o los místicos de las escuelas del budismo mahayana, evitando que sus aportaciones desaparezcan en la noche común de la «mística en general».