Esta nueva obra de Esteban Mira Caballos desmonta el viejo tópico que sostenía que la presencia de indígenas americanos en el Viejo Mundo se limitó a un puñado de ellos que trajeron algunos descubridores, como Cristóbal Colón, pero la realidad es que hubo un tráfico de indígenas con destino a los mercados esclavistas europeos. Hasta mediados del siglo XVI entraron a través del puerto de Sevilla y, en la segunda mitad de la centuria, por Lisboa.
Otros muchos llegaron voluntariamente: unos, para conocer los secretos de la tierra -como un turista del siglo XXI- y, otros, para solicitar sus derechos, acudiendo personalmente a la corte para entrevistarse con el soberano. Lo mismo reclamaban tierras de sus antepasados, que privilegios -como escudo de armas, o el derecho a portar armas o a usar caballos--.
La cultura del pueblo en la antigua Roma.
Las historias de Roma suelen hablarnos tan solo de las élites dirigentes y de su cultura. Este libro, por el contrario, se refiere al pueblo romano: a la masa de 50 a 60 millones de artesanos, trabajadores, campesinos, mendigos o esclavos que formaban el 99 por ciento de la sociedad y que compartían una cultura integrada por sus estrategias de vida y por sus formas de entretenimiento, en ocasiones netamente subversivas. Jerry Toner nos introduce en este “mundo al revés” y nos guía por terrenos fascinantes, y hasta ahora mal estudiados, como el de la salud mental en unos tiempos llenos de tensiones o el de la historia sensorial, en un intento de reconstruir un mundo de sentidos, olores y sensaciones que separaba al pueblo de la élite, y que es también muy distinto al nuestro.
La obra definitiva que explica la operación geoestratégica que culminó con la desaparición del Imperio español. ¿Cómo lo lograron? ¿Quiénes fueron sus actores principales? ¿Qué estrategias llevaron a cabo?
«Aquellos que hayan recorrido los pueblos y ciudades de la España peninsular y de la América española, podrán comprobar esa grandeza que todavía late bajos las piedras, tras los muros y en los magníficos escritores americanos, que nos hablan de un pasado de gloria y fortaleza cimentada en milenios de historia.» Patricio Lons
Los territorios de Hispanoamérica fueron siempre entidades diferenciadas entre sí, pero unidas todas ellas a la Corona española. A la Patria se la identificó como «Reino de las Españas» hasta la constitución del año 1869, cuando pasó a denominarse Reino de España.
Este libro cuenta cómo el siglo XIX fue el escenario de una magna operación geopolítica y estratégica que culminó en la disolución de uno de los más grandes imperios de la historia, el Imperio español, tanto por su extensión geográfica como por su duración en el tiempo.
Desde el siglo XVI, Inglaterra buscó la forma constante de implicación para la desestabilización de España. El autor demuestra que los ingleses fueron la causa principal de las guerras separatistas de los territorios españoles en América, con el previo adiestramiento de los “libertadores” y la conformación de un ejército de auto conquista bajo las órdenes de los principales españoles que traicionaron a España por ciertos intereses demasiado personales, y lo hicieron con la permanente supervisión de militares británicos y la financiación de las campañas.
Una crónica de los hibakusha, los supervivientes de las bombas atómicas de Hiroshima y Nagasaki,
dos de los acontecimientos más impactantes del siglo XX.
En Hiroshima, la angustia de los afectados se mezcla con la compasión, y cierta dosis de ternura, para componer el relato de sus vidas en las dos ciudades japonesas, convertidas en símbolos de paz; justo cuando regresa el miedo global a las armas nucleares.
A través de entrevistas, Agustín Rivera recoge las voces, en primera persona, de las víctimas de una tragedia que marcó su existencia para siempre: el dolor, las secuelas e incluso el sentimiento de culpa por no haber podido ayudar a otros afectados en peor situación.
El libro narra además la experiencia del autor como reportero de Diario 16, El Mundo y El Confidencial en las coberturas periodísticas en Hiroshima y Nagasaki en 1995, 2001 y 2012.
Una obra para descubrir el ruido eterno de los muertos y la capacidad de superación, sin olvidar que somos memoria.
Un busto de Adriano, con atuendo militar, expoliado en Santaella (Córdoba), y la intervención arqueológica en el lugar del expolio, son los motores de El militar y la hiedra. La obra explora la relación del mundo militar romano, y del emperador de origen bético en particular, con Dioniso y su emblema, la hiedra, planta sacra en la mitología de este dios luminoso y sombrío. El inédito Adriano de Santaella lleva una hoja de hiedra colgada en el peto de su coraza: detalle novedoso en la retratística imperial romana. ¿Elemento decorativo o testimonio de la relación de Adriano, emperador filoheleno y curioso de todo hermetismo, con el culto mistérico de Dioniso? La autora trata de responder a este interrogante, y para ello examina la presencia simbólica de la hiedra en diversos contextos, especialmente el militar. Ilustra la cuestión con una abundante y bella iconografía, apoyada por testimonios arqueológicos, epigráficos, textos de autores clásicos y literatura mitográfica.
¿Fueron los líderes políticos los que determinaron el turbulento siglo XX o fueron simplemente hijos de su tiempo?
¿En qué medida el turbulento siglo XX europeo estuvo dterminado por las acciones de los líderes políticos? ¿Fueron ellos los que configuraron el siglo o fueron hijos de su tiempo?
El siglo XX fue testigo del ascenso de gobernantes que dominaron una gran variedad de instrumentos de control, persuasión y muerte. En el contexto de profundos cambios sociales y despiadadas guerras, estos dirigentes de algún modo obtuvieron la capacidad de hacer lo que desearan sin importar las consecuencias para los demás. ¿Qué tenían estos líderes y la época en la que vivían que les permitía un poder tan ilimitado? ¿Y qué hizo que esa época llegara a su fin?
De manera convincente y lúcida, Ian Kershaw nos propone una serie de ensayos interpretativos sobre la manera en que algunas personalidades políticamente insólitas obtuvieron y ejercieron el poder, desde los que operaron a gran escala como Lenin, Stalin, Hitler o Mussolini, hasta los que tuvieron un impacto más nacional como Tito y Franco, pasando por otros nombres fundamentales del siglo XX como Churchill, de Gaulle, Adenauer, Gorbachov, Thatcher y Kohl.
Sushi, haiku, geisha, la cultura japonesa despierta cada vez más interés y cada vez es mayor el número de términos y expresiones niponas que llegan hasta nosotros desde los más diversos ámbitos culturales. Algunos de estos términos ya los consideramos como propios; otros, sin embargo, nos resultan una incógnita, un misterio.Las palabras y expresiones recogidas en el diccionario SAKURA nos descubren no solo los aspectos más conocidos de la cultura tradicional nipona (banzai, hanami, sensei), sino otros muchos de la realidad actual, y a veces inquietante, del Japón de nuestros días (sarari man, hiki komori, hibakusha). Una presentación coherente y rigurosa de cada entrada léxica, equivalencias en hiragana y en kanji,adscripción de género masculino o femenino a cada japonesismo, didácticas frases de uso, un útil índice léxico por temas, así como numerosas fotografías, y precisas definiciones en español e inglés.SAKURA en un libro de referencia fundamental entre las publicaciones sobre temas japoneses.
La revista fue, es y seguirá siendo hija y producto de su tiempo. De las circunstancias sociales, políticas y culturales de cada una de las épocas en que le tocó vivir. Y en todas, vivió la censura, incluso en la actualidad. Pero la revista es mucho más de lo que el espectador de a pie pueda presenciar una vez adquirida su localidad y se sienta cómodamente para presenciar el espectáculo. La revista es también todo el entramado escénico que latía tras las bambalinas. De interminables horas de elección de compañía, libreto, música y artistas. De agotadores ensayos y de airadas vedettes. De duras giras por provincias y de nervios el día del estreno. De aplausos y risas. De llantos y pensiones. De las mamás de la artista en el camerino, a estraperlistas sin pudor rendidos admiradores de la vedette de turno. De dimes y diretes en torno a la escultural estrella del espectáculo Eso y, mucho, muchísimo más, era la revista. Un género menospreciado por algunos al que Juan José Montijano a través de esta magnífica obra coloca en el lugar que siempre ha merecido.
En Atlas de lo invisible, la premiada pareja del geógrafo James Cheshire y el diseñador Oliver Uberti redefinen lo que es un atlas. Al transformar enormes conjuntos de datos en ricos mapas y novedosas visualizaciones terminan descubriendo realidades que reflejan el presente y preven lo que llegará en los años venideros. Con un enfoque ameno y curioso, Cheshire y Uberti exploran los niveles de felicidad y ansiedad por todo el mundo; rastrean los cables submarinos y las torres de telefonía que nos conectan; examinan las cicatrices ocultas de los conflictos geopolíticos e ilustran como a nuestro planeta le afectan desde los huracanes hasta las peregrinaciones.