“Misiones Imposibles” trata básicamente de relatar todos aquellos proyectos que, por una u otra razón parecerían imposibles, unos que nunca se llevaron a cabo, algunas veces por puro absurdo, otras porque la guerra iba más rápida que la mente de sus diseñadores, algunas por mala suerte y otras por buena suerte. Bombardeos, asesinatos, secuestros, grandes desembarcos, paracaidistas, la imaginación a la hora de decantar la guerra hacia un lado u otro no tenía límites y en la mayor parte de los casos el asunto se dilucidaba entre las mentes más preclaras o simplemente por el curso de los acontecimientos. De un modo u otro Misiones Imposibles.
Este libro es una aproximación a todos los enigmas que rodean a los caballeros del Temple. ¿Quiénes eran los caballeros templarios? ¿Cuál era su naturaleza secreta? ¿Es cierto que nacieron con la vocación de proteger las preciadas reliquias de Tierra Santa? ¿En qué consistía su fabuloso tesoro? A través de sus páginas, escritas con amenidad y rigor histórico, nos sumergiremos en la fascinante vida de Jacques de Molay y sus fieles seguidores, recorriendo los enigmas que rodean el saber velado de los templarios y otros oscuros secretos.
Hablar de campos de concentración significa nombrar una época oscura de la historia de la humanidad. Pero también significa solidaridad, heroísmo y dignidad en muchos casos. Como la de aquellos hombres (y algunas mujeres) que, unas veces por mero instinto de supervivencia, por seguir luchando por su país o simplemente por no soportar languidecer encerrados, tuvieron la valentía y la osadía de tratar de fugarse de sus captores. En algunos casos, sus protagonistas tuvieron éxito, pero en otros no. Este libro recoge las historias de los intentos de fugas y evasiones más espectaculares, sorprendentes e increíbles en todos los países implicados en el conflicto, ya fuera en el bando del Eje o bien en los campos de concentración aliados. • Anna Kauderova: la esperanza es lo último que se pierde. • La fuga de Colditz de Patrick Reid. • Philip Toosey y el puente sobre el río Kwai. • Los siete años en el Tibet de Heinrich Harrer.
Anécdotas, secretos y curiosidades de la guerra aérea.
En los años que van desde 1934, más o menos, hasta 1945, la aviación pasó de los biplanos de hélice fabricados en gran parte en madera y tela a los motores a reacción en aviones de aleaciones metálicas duras y ligeras capaces incluso de salir al espacio exterior. Y fue en el fragor de la lucha, durante la Segunda Guerra Mundial, que nacieron los perfectos cazas, los bombarderos pesados, las superfortalezas, el avión a reacción, el radar… Este libro hace un repaso a cómo fue la evolución de la industria aeronáutica militar durante la guerra, cuáles fueron las principales batallas y los aviadores que marcaron con sus hazañas el devenir del conflicto. Porque, como señalaba en aquellos momentos el mariscal Montgomery: «Es preciso haber ganado la batalla aérea antes de iniciar la acción terrestre. Este es el primer gran principio de la guerra».
La antigua Roma como nunca antes te la habían contado: lo que creías saber, lo que no sabías y mucho más que ni te imaginas.
Asociamos la antigua Roma con batallas, legionarios, acueductos, gladiadores. Emperadores sabios y emperadores locos. Rómulo y Remo, dioses y diosas, cristianos y leones, pan y circo. Señores con toga y señoras con peinados imposibles. Esclavos. Orgías. El Senado, las termas, alcantarillas, letrinas. Pompeya y Herculano, Marco Antonio y Cleopatra, Julio César. ¿Te suena? Pero, ¿seguro que fue como creías? ¿Y si hay mucho más?
En este libro tiramos del hilo para descubrir un montón de piezas poco conocidas, algunas perdidas, descabaladas o mal colocadas, de ese gran mosaico que fue Roma, sobre el que todos todavía caminamos. Te invitamos a reconstruirlo.
Fuente inagotable de constante reflexión artística e intelectual, el mito griego nos trae los ecos –familiares y extraños a un mismo tiempo– de los relatos de dioses y héroes que nos anclan a los orígenes de nuestra civilización. Evocados por los poetas épicos y trágicos griegos y latinos, la pervivencia de estas narraciones se debe en buena medida a la labor de los mitógrafos que, como Diodoro de Sicilia, registraron por escrito las acciones de estos personajes de extraordinaria presencia en el arte, la literatura y el pensamiento occidental.