Roberto Batista Fernández es una persona discreta, rasgo que no oculta la valentía de acercarse con honradez y limpieza a la figura del Padre. Para ello, con lealtad poco frecuente, revela una memoria construida desde lo que su padre representa para él: fue su refugio, su maestro, conoció de sus manos la ternura y el cuidado. Pero esto no le impide asomarse a una vida política, plural y compleja, iluminada por una primera imagen de estadista, aunque empañada por los sucesos del 10 de marzo de 1952. Roberto se pregunta: “Cómo es posible que un hijo pueda juzgar a su padre?” Pues bien, en este libro lo ha hecho. No se recuerda entre los hijos de otros controvertidos gobernantes, desasistidos ya de todo poder, alguno que haya asumido una actitud tan íntegra y decorosa, a la vez que desgarradora.
Este libro representa un punto de inflexión en los estudios sobre genocidios en general y sobre el armenio en particular, que ha tenido como característica singular el persistente y denodado esfuerzo de sucesivos gobiernos turcos por negarlo y ocultar la evidencia documental que lo prueba. Estas páginas iluminan las líneas que a menudo se han presentado borrosas entre los hechos documentados y la verdad histórica al demostrar la autenticidad de las órdenes de matar firmadas por el ministro del Interior otomano Talat Pasha y tomar como testimonio las memorias del funcionario Naim Efendi. Contra la corriente negacionista, que durante mucho tiempo sostuvo la falsedad de los documentos que esta obra presenta, Taner Akçam, de origen turco, proporciona los elementos necesarios para demostrar por qué se puede afirmar la autenticidad de la evidencia que revela la intención genocida del gobierno otomano-turco hacia su población armenia. Este trabajo minucioso, lúcido y reflexivo contribuye a eliminar una piedra angular del edificio negacionista e invita a pensar una vez más la impunidad de los delitos de lesa humanidad.
La Segunda Guerra Mundial es un momento decisivo de la historia europea, aunque pocas veces nos la han contado desde la perspectiva de los colaboracionistas. Decenas de miles de europeos tomaron parte en las políticas imperiales del Tercer Reich, espoleados por el miedo a perder una oportunidad irrepetible e inspirados por los deslumbrantes triunfos de la Alemania nazi. Este libro ahonda en su universo mental, en sus trayectorias desde los años treinta, en sus estrategias políticas, en sus tormentosas relaciones con los alemanes, en el sentido de sus decisiones y de sus acciones, incluyendo la creación de unidades de voluntarios para la guerra contra la Unión Soviética. Lejos de verse a sí mismos como meros peones, los colaboracionistas creyeron que una cooperación estrecha y leal con los ocupantes sería la manera más rápida y eficaz de promover sus intereses personales y sus proyectos políticos. Marginados por sus convecinos como traidores y perseguidos por la resistencia acabarían firmando un pacto de sangre con los ocupantes, contribuyendo al saqueo de sus países y empujando a sus comunidades al borde de la guerra civil. No en vano, la condena y depuración del colaboracionismo pondría los fundamentos de la refundación del continente en la posguerra.
Durante siglos, la bulliciosa ciudad portuaria de Salónica fue el hogar de la extensa familia Levy. Como editores, ayudaron a narrar la modernidad tal como la experimentaban los judíos sefardíes en todo el Imperio Otomano. Las guerras del siglo xx, sin embargo, redibujaron las fronteras a su alrededor, transformando en el proceso a los Levy de otomanos a griegos. Los miembros de la familia pronto se trasladaron a través de fronteras y hemisferios, extendiendo la diáspora familiar desde Grecia hasta Europa Occidental, Israel, Brasil e India. Con el tiempo, el Holocausto casi destruyó al clan, erradicando ramas enteras del árbol genealógico. En Papeles de familia, la galardonada historiadora sefardí Sarah Abrevaya Stein usa la correspondencia de la familia para contar la historia de su viaje por el mundo a través de un siglo. Escribieron para compartir el dolor y revelar secretos, proponer matrimonio y planificar el divorcio, para mantener la conexión. Se escribieron porque eran familia. Y años después de que se deshilacharan, Stein descubre que lo que permanece imperturbable es el frágil tejido que una vez los mantuvo unidos: ni sangre ni creencia, sino papeles. Con meticulosa investigación y cuidado, Stein usa las cartas de los Levy para contar no sólo su historia, sino también la historia de los judíos sefardíes en el siglo xx.
Un acercamiento perfecto para el público más joven a la cultura clásica y sus mitos, en una magistral versión de la última gran leyenda de la Edad Heroica, el asedio de Troya: con su caída comienza la Historia.
"El óxido del cielo" hilvana con una aguja invisible literatura de viajes, novela, ensayo antropológico, poesía... El narrador es espectador privilegiado de la magia que encierra la vida de sus protagonistas, de un paisaje y una cultura que desaparecen silenciosamente ante nuestros ojos. Alejandro López Andrada da voz a la naturaleza y a los habitantes de un mundo rural ya lejano, que permanece en un rincón deshabitado de nuestra memoria. Asimismo, levanta acta del lento pero irrefrenable ocaso de una actividad que en tiempos resultó esencial, como es la minería.