Las tribus indígenas de Norteamérica se caracterizaron por vivir en armonía con su entorno, pero sus valores, costumbres y creencias chocaron con la ambición del «hombre blanco». La injusticia de su historia se ha transmitido a través de la palabra, como muestran los discursos que recogemos aquí.
En un itinerario que comienza a principios del siglo XIX, oímos a Casaca Roja rechazar la religión impuesta y al famoso jefe Seattle pronunciar el texto que fue para muchos el primer gran altavoz en defensa de la Naturaleza.
Escuchamos al jefe Joseph lamentar la pérdida de su gente y a la joven Ruth Muskrat reivindicar su cultura. Dado el momento actual, en el que se impone un cambio de paradigma, estos textos cargados de sabiduría se convierten en referentes necesarios para cambiar nuestra relación con el entorno.
Los milicianos jiguaniseros se dispusieron a la lucha, y los hechos se desencadenaron. (…) Al llamado del Movimiento, el municipio de Jiguaní respondió con un alzamiento masivo de sus milicias como apoyo a la Huelga.
Entre los méritos del libro resalta su gran realismo, lo cual aumenta el valor testimonial de la obra, que es una contribución al conocimiento de la historia de nuestra nación. Fueron aquellos días, los de Baire, Contramaestre, Maffo, Jiguaní y todos los rincones del municipio, los que hicieron honor a su inmarcesible pasado mambí. «Sangre y dolor de abril. Jiguaní, 1958», apunta al valor ideológico que debe tener todo documento revolucionario. En él vemos cumplida la tradición literaria de mostrar la literatura de campaña para perpetuar la memoria histórica.
Los Esclavos de Yucatán es el primero de los reportajes que forman México Bárbaro, en él, Kennet Turner describe la brutal explotación en las haciendas henequeneras de la península del sureste mexicano. "Una y otra vez comparé, en la imaginación, el estado de los esclavos de nuestros estados del Sur, antes de la Guerra Civil, y siempre resultó favorecido el negro. Nuestros esclavos del Sur estaban casi siempre bien alimentados; por regla general no trabajaban con exceso; en muchas de las plantaciones rara vez se les pegaba; de cuando en cuando era costumbre darles algo de dinero para pequeños gastos y se les permitía salir de la finca por lo menos una vez por semana. Éstos, como los esclavos de Yucatán, eran ganado perteneciente a la finca; pero, a diferencia de aquéllos, se les trataba tan bien como al ganado." John Kenneth Turner
Este libro lleva al lector a través de un viaje de descubrimiento por el valle del río Jordan y las colinas de Galilea, desde las playas del Mediterráneo hasta las arenas del Néguev, en una búsqueda por ensamblar las piezas de un mosaico que se remonta a lo largo de los milenios. Espectaculares vistas aéreas, tesoros artísticos, ruinas y escenas de la vida cotidiana quedan reflejadas en una serie de impresionantes fotografías acompañadas de amenos textos, gráficos y planos. Fotografías, esquemas e ilustraciones a todo color.