¿Por qué Egipto? ¿Cómo nació? ¿Cuáles eran sus valores intangibles? ¿Por qué no sufrió ninguna guerra religiosa? ¿Por qué se fundamentaba en ritos iniciáticos y cuáles son sus contenidos?
¿Cómo se descubrió el secreto de la eternidad?
Como resultado de más de medio siglo de investigaciones, esta obra, ilustrada con unos documentos destacables, muchos de ellos raros y poco conocidos, intenta comprender cómo el Egipto faraónico configuró el alma del mundo y consiguió el matrimonio imposible entre el espíritu y lo material.
Un libro fascinante en torno a un personaje de excepción: el emperador Haile Selassie de Etiopía, el Rey de Reyes, el León de Judá, el Elegido de Dios, el Muy Altísimo Señor, Su Más Sublime Majestad, descendiente directo de Salomón, que gobernó su país como monarca absoluto durante casi cincuenta años, hasta que en 1974 fue derrocado por un Consejo Revolucionario.
Ryszard Kapuściński viajó a Etiopía, se sumergió en un país azotado por una confusa guerra civil y, cautelosamente, superando desconfianzas y temores, logró entrevistar a los antiguos dignatarios de la corte imperial, así como a los servidores personales del Emperador, en su día dedicados a los más variopintos e insólitos menesteres.
Margaret Thatcher definió a los dirigentes de la huelga de los mineros de 1984-1985 como "el enemigo interior". En este extraordinario relato Seumas Milne revela hasta dónde estuvieron dispuestos a llegar el gobierno y sus servicios de inteligencia para destruir al sindicato de los mineros británicos. Su investigación pone al descubierto la guerra secreta que la administración Thatcher libró contra ellos y contra la disidencia política, y el precio que infinidad de comunidades en todo el país tuvieron que pagar. "La huelga de los mineros de 1984-1985 significó un hito en la historia del país del período posterior a la guerra. De hecho, no ha habido ningún acontecimiento similar (en magnitud, duración e impacto) en ninguna otra parte del mundo. Fue el enfrentamiento interno decisivo de los años de gobierno de Thatcher: un conflicto que enfrentó al sindicato más poderoso y politizado del país contra una administración gobernada por la derecha más dura y conservadora, empeñada en una venganza de clase y dispuesta a arrasar en ella las zonas industriales y el sector de la energía del país, sin reparar en los costes. Todo ello convulsionó a Gran Bretaña, convirtiendo a las comunidades mineras en territorios ocupados, y estuvo más cerca de lo que se creyó entonces de vencer el ataque del gobierno de Thatcher a las organizaciones de los trabajadores. Aquella huelga, que duró un año, fue una batalla defensiva para proteger sus medios de vida y sus comunidades, que los mineros no pudieron evitar. Pero también fue un desafío a la transformación destructiva de la vida económica basada en el beneficio y el mercado."
El historiador francés Yves Pourcher, ganador del prestigioso Premio Jules Michelet, ha exhumado archivos y bibliotecas, ha revisado los testimonios y la correspondencia que revelan cómo fue la posguerra de los colaboracionistas, sus jefes y sus subordinados, las celebridades y los personajes anónimos.
En 1992, tras un intenso debate social y político, y solo tres años después de la caída del muro de Berlín, el gobierno de una Alemania recientemente reunificada decidió abrir los expedientes de la Stasi. Este órgano de la RDA, uno de los servicios de inteligencia más efectivos del mundo, llegó a espiar a una parte significativa de su población, a través de una red de colaboradores informales conocidos como IM (Inoffizieller Mitarbeiter). Supuso toda una conmoción social, ya que esta red la conformaron todo tipo de individuos. Parejas, amistades, familiares… Cualquier persona del entorno inmediato podía haber actuado en algún momento como informador sin siquiera levantar sospechas.
En 1978, siendo estudiante, el historiador británico Timothy Garton Ash se trasladó a la ciudad de Berlín para investigar las resistencias al nazismo, con un salvoconducto que le permitía moverse libremente a ambos lados del muro. Como tantos otros, no fue hasta la apertura de los expedientes cuando supo que había sido espiado. La lectura del sumario le reveló que personas íntimas; amigos en muchos casos a los que recordaba con afecto, habían informado continuamente de sus actividades. Es a partir de la reconstrucción de sus recuerdos, confrontados con la mirada paranoica de los agentes encargados de vigilarle —la mirada oficial—, como se construye esta excepcional obra. Tal y como él mismo dice: «Lo que encuentras [en los expedientes] no es tanto maldad como debilidad humana (…) Y cuando hablas con los implicados, lo que descubres no es tanto una deliberada falta de honestidad, como la capacidad infinita que tenemos todos para engañarnos a nosotros mismos».
El épico asedio de la batalla decisiva de la Segunda Guerra Mundial
Con más de dos millones de combatientes muertos, heridos o capturados, la batalla de Stalingrado fue la más sangrienta de la Segunda Guerra Mundial y el punto de inflexión del conflicto.
En esta brutal lucha a muerte que enfrentó a los soviéticos y a la Wehrmacht entre agosto de 1942 y febrero de 1943, un edificio estratégico a orillas del río Volga fue crucial. Su nombre en clave era el «Faro». En su interior, una pequeña guarnición de guardias del Ejército Rojo resistió ante los bombardeos aéreos alemanes y los asaltos diarios de la infantería y los blindados. Los medios de comunicación de Moscú aprovecharon las crónicas de esta resistencia en los periódicos militares para insuflar moral a sus soldados, inmersos en una batalla cuyo desenlace parecía incierto. Tras la contienda, los rusos tomaron el «Faro» como símbolo para reconstruir sus pueblos en ruinas, y este edificio adoptaría el nombre con el que ha pasado a la posteridad: la «Casa de Pávlov».
Iain MacGregor recoge en esta narración fascinante testimonios inéditos de soldados de los dos bandos y ofrece una novedosa perspectiva de esta batalla emblemática que marcó el principio del fin de la Segunda Guerra Mundial.