Hija de uno de los mayores mitos de Estados Unidos y criada en el territorio salvaje de Graceland, Lisa Marie Presley cuenta por primera vez su historia en estas memorias sinceras, conmovedoras y totalmente únicas, fielmente completadas por su hija, Riley Keough.
En 2022, Lisa Marie Presley le pidió a su hija que la ayudase a terminar las memorias que tanto tiempo llevaba preparando.
Un mes después, Lisa Marie fallecía, dejando al mundo sin la posibilidad de escuchar su historia en sus propias palabras. Nunca llegarían a descubrir a la mujer apasionada, alegre, cariñosa y complicada que Riley tanto quería y añoraba.
Riley recogió las cintas que su madre había grabado para el libro, se tumbó en su cama, y escuchó a Lisa Marie contar historia tras historia sobre cómo solían estrellar coches de golf en los jardines de Graceland, sobre el amor incondicional que le profesaba su padre, sobre el tiempo que pasaban en la planta de arriba, solos los dos. Y sobre cómo tuvieron que sacarla a la fuerza del cuarto de baño mientras corría chillando hacia su cuerpo, inerte en el suelo. Sobre su vida con su madre en Los Ángeles, donde pasaba de un colegio a otro, acumulando expulsiones, siempre metida en líos. Sobre la especial relación con Danny Keough, que se prolongó durante toda su vida, sobre su matrimonio con Michael Jackson y todo lo que tenían en común. Sobre la maternidad. Sobre los abismos de la adicción. Sobre la tristeza que la acechaba constantemente. Riley supo que tenía que cumplir el deseo de su madre y compartir esos recuerdos, incandescentes y dolorosos, con el mundo.
Apartada del mundo exterior, en la celda donde cumple condena por la difusión de «simbología extremista», Daria Serenko comienza a escribir este libro dos semanas antes del 24 de febrero de 2022, fecha oficial del inicio de la invasión rusa de Ucrania. Aislada, apenas adivina la guerra inminente por el clima que se respira y por fragmentos de conversaciones interceptados a los funcionarios. Queda en libertad un día antes del comienzo de los ataques y abandonará Rusia pocos días después. «Deseo cenizas para mi casa». Un título brutal, atronador, un golpe de furia y fiereza para un texto que comienza con la cotidianeidad en un centro de detención y que enseguida alza el vuelo y se transforma en un portentoso libro sobre la guerra y la resistencia; sobre la escritura y el ego; sobre el paso de ser una activista feminista a una antimilitarista; sobre la instrumentalización de la muerte; sobre el exilio y la identidad; sobre la lengua; sobre la necesidad de descolonizar la mente y los valores; sobre la educación heredada generación tras generación y las consecuencias del carácter colonizador y opresor de Rusia; sobre la importancia de matar al padre y, por extensión, a la patria y al Estado, a lo que siempre consideraste tu hogar; sobre la culpa, la vergüenza y la responsabilidad política y social. Testimonios, cuentos, entrevistas imaginarias, sátiras hiperbólicas, listas y poemas... Todos los géneros y registros de voz se entrelazan en un caleidoscopio breve pero abrumador para componer una condena contundente y, a la vez, poética de la política represora de Putin y de los devastadores efectos de la guerra.
Este libro, continuación de lo narrado en 1177 a. C. El año en que la civilización se derrumbó, nos habla de un periodo en el que muchas de las civilizaciones de la Edad del Bronce Final del Egeo y del Mediterráneo oriental yacían en ruinas a causa de los invasores, las revueltas, los desastres naturales, las hambrunas y el fin del comercio internacional. Un mundo interconectado de grandes imperios y sociedades, relativa paz y con un comercio robusto y una arquitectura monumental se perdió y comenzó la llamada primera edad oscura.
Ahora, en Después de 1177 a. C., Eric H. Cline retoma esta cautivadora historia para contarnos qué sucedió a continuación, durante cuatro siglos, en el Egeo y el Mediterráneo oriental. Esta es una historia de resistencia, transformación y éxito, así como también de fracasos, en una época de caos y reconfiguración. Asistiremos al relato de cómo las sociedades que no lograron adaptarse desaparecieron, mientras que las que se transformaron dieron lugar a un nuevo orden mundial que incluía a Fenicios, Filisteos, Israelitas, Neohititas, Neoasirios y Neobabilonios. También revela las innovaciones surgidas en medio de este contexto caótico que cambiaron el mundo, como el uso del hierro y el alfabeto.
Lleno de lecciones para el mundo actual sobre cómo y por qué algunas sociedades sobreviven mientras otras no son capaces de hacerlo, Después de 1177 a. C. cuenta por qué este período, lejos de ser la primera edad oscura, fue una era de grandes innovaciones y nuevas oportunidades.
Asistimos al inicio de una nueva época en la historia de la recepción del pensamiento de Foucault. Desde que en 2013 la Bibliothèque nationale de France adquiriera la integralidad de los archivos privados de Michel Foucault que alberga textos de una riqueza inigualables, en su mayoría son escritos inéditos y cursos que Foucault impartió, a los cuales no se había tenido acceso, el pensamiento de Foucault, e incluso él mismo, están cambiando.
Los grandes especialistas en el pensamiento contemporáneo reunidos en este libro profundizan en el análisis de las principales líneas de trabajo y problemas que Foucault aborda en ellos, así como desgranan las implicaciones que entraña la publicación de este singular material. Leer al Foucault al que no se tenía alcance supone revisitar nuevamente su obra para contemplar su condición inacabada, como proceso interminable, pensamiento en constante devenir que ni integra totalmente lo que fue ni despliega absolutamente lo que será: es un perpetuo devenir Foucault.
En el mundo del espíritu no hay fronteras, la ausencia de fronteras es lo propiamente espiritual. Un místico de hoy puede sentir a un místico de cualquier pasado, sea de su tradición o de otra, como a un verdadero hermano. A esta conclusión tan sencilla como universal llega el autor de Devoción en su versión de El peregrino ruso, un clásico del cristianismo ortodoxo y de la literatura devocional, así como en las principales enseñanzas de cara al autoconocimiento que extrae de su estudio, donde llega a declarar: 'Este es el libro que yo querría haberme encontrado cuando tenía veinte años.' Tras la extraordinaria acogida de sus últimos títulos, esta nueva obra de Pablo d'Ors nace con la inequívoca vocación de transformar definitivamente a sus lectores.
El diagnóstico pedagógico es una disciplina consolidada e impartida en diversas titulaciones del ámbito de las Ciencias de la Educación, que recibe influencia de las Ciencias de la Salud, como la Medicina, sobre la que se asientan sus antecedentes, o la Psicología, en confluencia con la Pedagogía, pues ambas disciplinas presentan un foco central en común: el comportamiento del individuo. Este manual pretende dotar al alumnado de recursos, materiales y documentos que guíen su trabajo en atención a la diversidad, orientación e inclusión educativa. La obra se estructura en cuatro capítulos que abordan, desde una mirada más general hasta otra particular, las claves del diagnóstico en educación. El libro recoge información sobre los principales hitos en el desarrollo teórico-práctico de la disciplina hasta nuestros días y sobre la legislación educativa nacional y autonómica que marcan las directrices relativas al quién, cómo, para qué y de qué forma abordar el diagnóstico desde los centros educativos. Además, explora las características de los individuos, situaciones y contextos que envuelven al proceso de diagnóstico, así como sus funciones, objetivos y su fin último: mejorar la calidad de vida individual y familiar y del bienestar escolar.
Tras la invasión de Holanda, los Frank, comerciantes judíos alemanes emigrados a Amsterdam en 1933, se ocultaron de la Gestapo en una buhardilla anexa al edificio donde el padre de Anne tenía sus oficinas. Ocho personas permanecieron recluidas desde junio de 1942 hasta agosto de 1944, fecha en que fueron detenidas y enviadas a campos de concentración. Desde su escondite y en las más precarias condiciones, Anne, una niña de trece años, escribió su estremecedor Diario: un testimonio único en su género sobre el horror y la barbarie nazi, y sobre los sentimientos y experiencias de la propia Anne y sus acompañantes. Anne murió en el campo de Bergen-Belsen en marzo de 1945. Su Diario nunca morirá.
De enero de 1912 a mayo de 1915, Arnold Schönberg llevó un diario―el único del que se tiene constancia―en el que anotó sus vivencias, sentimientos y reflexiones. A pesar de su brevedad, se trata de un documento de enorme interés, pues nos brinda una instantánea de su vida en Berlín en un momento trascendental de su carrera, mientras componía Pierrot lunaire. El presente volumen incluye además el texto con el que presentó su ópera cómica De hoy a mañana en una emisión radiofónica de la Funk-Stunde Berlin. Asimismo, Josef Rufer, discípulo y estrecho colaborador de Schönberg, ofrece a modo de homenaje un ensayo en agradecimiento a lo que vivió y aprendió del maestro desde 1919, cuando lo conoció, hasta su muerte.
Diccionario provisional de pérdidas es sin duda el ensayo más ambicioso de Miguel Albero. Estamos ante un diccionario que se lee, no se consulta, como nos informa el autor en el prólogo, donde además nos propone una lectura no lineal del mismo o, como él lo llama, «marcarse un Rayuela», yendo de una en- trada a otra en función de su afinidad semántica.
Desde la primera entrada (A. Pérdida de cuanto sigue) a la última (UBICUIDAD. Pérdida de la localización), el lector asiste a un festival de pérdidas, de las más evidentes (AMNESIA. Pérdida de la memoria) a las más sutiles (CASI. Pérdida del todo), de las más tremendas (APOCALIPSIS. Pérdida del futuro) a las más surreales (PERDIDA. Pér- dida de la tilde de pérdida), de los inexistentes PARAÍSOS PERDI- DOS al maravilloso SALÓN DE LOS PASOS PERDIDOS. Piérdase pues el lector en este libro, no le defraudará.
El hombre es un ser temporal, pero participa de la eternidad y es constantemente educado por ella. Los discursos reunidos en este volumen meditan sobre algunas de las principales enseñanzas que lo eterno -o sea, el bien- imparte al hombre. Estas enseñanzas han de ser creídas, pues lo eterno no se deja atrapar en las redes del entendimiento humano. Dicho con la maravillosa imagen empleada aquí por Kierkegaard: El bien enseña al que se esfuerza, le ayuda, pero sólo como lo hace la madre amorosa cuando enseña al niño a andar solo: la madre está a una distancia tal que en realidad no puede cogerlo, pero tan pronto como este se tambalea, ella se inclina rápidamente como si lo fuera a agarrar.