La mañana del 28 de junio de 1914, cuando el archiduque de Austria, Francisco Fernando, y su esposa, Sofía Chotek, llegaron a la estación de tren de Sarajevo, en Europa reinaba la paz. Treinta y siete días después, el continente estaba en guerra. La contienda tendría como resultado veinte millones de muertos, destruiría tres imperios y alteraría de forma permanente la historia mundial. Sonámbulos revela con todo detalle cómo se desató la crisis que condujo a la Primera Guerra Mundial. Basándose en fuentes primarias, traza los caminos que llevaron a la guerra con una narrativa llena de acción que cubre minuto a minuto todo lo que ocurrió en los centros clave de Viena, Berlín, San Petersburgo, París, Londres y Belgrado. Christopher Clark repasa las décadas de historia que conformaron los acontecimientos de 1914, y analiza los mutuos malentendidos y los gestos involuntarios que hicieron que se desatara la crisis en pocas semanas. Basado en una meticulosa investigación y brillantemente escrito, este libro es un análisis magistral de uno de los dramas más importantes de los tiempos modernos. Ofrece una nueva visión de la Primera Guerra Mundial en la que no se priman las batallas y las atrocidades de la propia contienda, sino los complejos acontecimientos y relaciones que llevaron a un grupo de líderes bienintencionados a un conflicto brutal y sangriento.
Stalin. Valoración del hombre y su influencia es una nueva edición de la biografía que Trotski hizo de su rival en la política bolchevique. Ofrece una versión expandida y refinada con respecto a la original. Retrata a Stalin desde niño cotejando fuentes oficiales y no oficiales, tanto de propaganda como de disidentes, para ofrecer un retrato lo más completo posible del líder de la Unión Soviética.
Leonard Mlodinow, autor de obras tan conocidas como El andar del borracho y coautor con Stephen Hawking de Brevísima historia del tiempo y El gran diseño, nos ofrece un examen sorprendente y revelador de cómo las formas mentales inconscientes modelan nuestra experiencia del mundo y cómo, por ejemplo, muchas veces percibimos erróneamente nuestras relaciones con la familia, amigos y colegas de trabajo, decidimos mal nuestras inversiones u olvidamos eventos importantes.
Nuestra preferencia por determinados políticos, la propina que dejamos en el restaurante… todos los juicios que hacemos o las percepciones que tenemos reflejan el funcionamiento de nuestra mente en dos niveles: el consciente, que conocemos bien, y el inconsciente, que permanece oculto. Este último ha sido durante mucho tiempo tema de especulación, pero en las últimas dos décadas los investigadores han desarrollado nuevas herramientas para sondear los aspectos ocultos, o subliminales, de la mente. El resultado de esta investigación es una nueva ciencia de lo inconsciente y un cambio radical en nuestra comprensión de cómo la mente subconsciente afecta a la forma en que vivimos.
El trabajo de todo el mundo, desde los conductores de Uber y los telefonistas hasta los programadores y los banqueros de inversión, está siendo sometido a la gamificación, la última cara amable de las prácticas laborales que explotan a millones de personas. Nuestro mundo se parece cada vez más a un juego al que no podemos dejar de jugar, en el que nos jugamos tanto que fracasar no supone llevarse un animoso "vuelve a intentarlo", sino perder nuestro medio de vida... o algo peor.»
Los trabajadores de un almacén preparan cajas mientras un dragón virtual corretea por sus pantallas. Si vencen a sus compañeros, obtienen un premio. Si no, pueden ser despedidos. Uber plantea retos a sus chóferes agotados para que sigan conduciendo. China puntúa a sus ciudadanos para que se comporten correctamente, y las microtransacciones de los videojuegos se aprovechan de los logros para vaciar nuestros bolsillos.
Robert Richardson, autor de las biografías magistrales de Henry David Thoreau, Ralph Waldo Emerson y William James, nos relata en este libro las historias personales e interconectadas de estos tres autores que cambiaron para siempre la filosofía y la psicología contemporáneas. Pero ¿de qué tipo de historias hablamos? La muerte de una esposa que no llegó a cumplir los veinte años, o de un hijo que apenas empezaba a ver el mundo, o de un hermano que ni siquiera alcanzaba la treintena... Fallecimientos extremadamente dolorosos y duelos terribles que la razón no quiere admitir... Y, sin embargo, lo importante de este texto no está ahí, en la mera aceptación, sino en la manera en que estos pensadores supieron leer, a raíz de estas pérdidas, el libro secreto de la naturaleza: pasando de ver el mundo como un cúmulo de individuos irremplazables a entenderlo como un tejido en el que el conjunto de los seres vivos somos hilos de una misma totalidad. Pero, además, los tres intuyeron e integraron la profunda fuerza reparadora que se aloja en todo lo que es y las armonías ocultas que sostienen el cosmos, para así renacer ellos mismos mucho más sabios y vitales. En otras palabras: Thoreau, Emerson y James nos enseñan a través de sus respectivas decisiones vitales a afrontar con resiliencia un duelo necesariamente devastador, es decir, saber recuperarnos de las pérdidas, levantarnos tras ser derribados y construir prosperidad desde los escombros del desastre. Igualmente, descubrimos que para estos tres pensadores ese aprendizaje se convirtió en el fuego secreto que avivó sus obras fundamentales, reconocidas hoy como clásicos a los que seguimos acudiendo en busca del conocimiento y el refugio que nos ofrecen. Ninguno de esos libros referenciales para la cultura contemporánea habría sido posible si sus autores no hubieran sabido pisar descalzos las brasas ardientes de la ausencia, señalándonos así el camino hacia la transformación y el renacimiento.
Desde que los primeros grupos de homínidos empezaron a fabricar toscas herramientas de piedra hasta el desarrollo de la inteligencia artificial, el ser humano ha vivido en una constante evolución tecnológica. Y la tecnología siempre ha ido de la mano del poder, no solo porque la construcción de armas más letales y sofisticadas otorga supremacía sobre las sociedades menos avanzadas, sino porque quien dedica un espacio al progreso científico puede superar cualquier obstáculo.
Escrito para profesionales de la salud mental, estudiantes, formadores, supervisores, docentes y terapeutas de todos los niveles, este manual está repleto de herramientas prácticas y de fácil comprensión para ayudarte a poner en práctica la teoría.
Repleta de hojas de trabajo y planes y actividades detallados, esta guía accesible te ayudará a enseñar a tus clientes habilidades de afrontamiento efectivas que les permitirán superar sus inseguridades, reforzar su autoconfianza (esta es la parte más crucial del tratamiento) y paliar trastornos como la depresión, el trastorno bipolar, la ansiedad, el trastorno de estrés postraumático, las tendencias suicidas o la psicosis, entre otros. Estas herramientas les ayudarán a convertirse en sus propios terapeutas y a recuperarse de forma duradera.
Sobre el nacionalismo se escribe mucho: a favor, los que aspiran a tener un Estado propio; en contra, los que ya lo tienen. De nacionalismo habla este libro, pero en otro sentido, porque cuestiona toda forma de pertenencia, llámese esta Estado, Patria o Nación. El libro arranca con una mención de la torre de Babel. Aquella gente quiso construir una ciudad monolítica que fracasó porque no se pudo impedir que se hablara y pensara por su cuenta. Se insinúan ahí dos modelos de convivencia: el de la ciudad cerrada, apegada a la tierra, o el de la dispersión que siguió tras el fracasado experimento. La humanidad no aprendió la lección. Pensó, con Aristóteles, que solo es humano el que pertenece a una polis e inhumano el apátrida. «Tierra de Babel» desmonta ese equívoco originario siguiendo la pista de la minoría que sí supo leer lo ocurrido convirtiendo la diáspora en forma de existencia. En un momento como el actual donde el Estado da signos de agotamiento, porque hay emigración y porque hubo Auschwitz, la diáspora se presenta como la alternativa posnacional al nacionalismo.
Millones de personas suben cada año la gran escalinata de mármol para visitar el Museo Metropolitano de Arte, pero solo una privilegiada minoría tiene acceso ilimitado a todos sus rincones y recovecos: son los vigilantes, que deambulan discretamente en trajes azul marino, con un ojo atento al tesoro de 185.000 metros cuadrados.
Absorto en el inicio de su glamorosa carrera en The New Yorker, Patrick Bringley nunca imaginó que acabaría siendo uno de ellos. Todo cambió cuando a su hermano mayor le diagnosticaron un cáncer terminal, momento en el cual sintió la imperiosa necesidad de alejarse del bullicio cotidiano. Así, dejó el semanal y buscó consuelo en el lugar más bello que conocía.
Para su sorpresa, y para deleite del lector, este refugio se convirtió en su segundo hogar durante una década. Lo seguimos mientras custodia delicados tesoros desde Egipto hasta Roma, pasea por los laberintos bajo las galerías, desgasta nueve pares de zapatos y se maravilla ante las bellas obras bajo su cuidado. Bringley entra en el museo cual fantasma, silencioso y casi invisible, pero pronto encuentra su voz y su tribu: las obras de arte y sus creadores, y la vívida subcultura de los vigilantes del museo —un magnífico mosaico de artistas, músicos, operarios incondicionales, inmigrantes, bromistas y soñadores —. Conforme se fortalecen sus vínculos con sus colegas y con el arte, llega a comprender lo afortunado que es al vivir entre las paredes de ese pequeño universo que tanto se asemeja a las mejores facetas de nuestro mundo, al que regresa con gratitud de manera gradual.
Toda la belleza del mundo es un retrato sorprendente e inspirador de un magnífico museo, sus tesoros ocultos y las personas que lo mantienen en funcionamiento, escrito por uno de sus más íntimos observadores.
En el siglo XVIII, dos hombres de la misma edad (y caracteres opuestos) dedicaron sus vidas a la misma ardua tarea: identificar y describir toda la vida en la Tierra. Carl Linneo, un médico sueco muy devoto y con dotes de comerciante, consideró que la clasificación debía responder a categorías ordenadas y estáticas. Por el contrario, Georges-Louis de Buffon, aristócrata, polímata y director del Jardin du Roi de Francia, veía la vida como un remolino dinámico y complejo. Cada uno emprendió su trabajo consciente de las dificultades pero creyéndolo posible. ¿Cómo podría el planeta albergar más de unos pocos miles de especies?