George Soros es atacado de forma constante debido a su incansable y valiente compromiso con la sociedad abierta, los derechos humanos, la libertad de prensa y la democracia liberal. La extrema derecha, los antisemitas, los políticos nacionalistas populistas y defensores de las teorías de la conspiración son solo algunos de sus detractores. En este brillante libro reúne una colección vital de sus conferencias y escritos, algunos inéditos, que tratan sobre una amplia gama de temas oportunos: los peligros que representa la inteligencia artificial en manos de gobiernos autoritarios como China y Rusia; lo que Soros llama su «filantropía política»; la historia de las Open Society Foundations y de la Central European University (una de las mejores instituciones en ciencias sociales en el mundo y un bastión de la defensa de la libertad académica); su teoría sobre el auge y caída de los mercados financieros y sus implicaciones políticas, y las amenazas que enfrenta hoy la Unión Europea. La agudeza de Soros es un claro y enérgico llamado a defender los ideales de la sociedad abierta, tan amenazados hoy en día. Un llamado al cambio, cambios que son ahora más urgentes que nunca en medio de los desafíos de la Pandemia COVID-19.
Europa surgió del conflicto, la vecindad y la mezcla entre Roma y los bárbaros, que dirigieron legiones, gobernaron territorios e incluso convirtieron a sus descendientes en emperadores. Esta obra se adentra en el estudio de algunos de esos bárbaros, que, lejos de combatir contra el imperio, lo hicieron por él y que lejos de querer destruirlo, lo salvaron durante años. Sus biografías son las de un mundo complejo, violento, cambiante y traicionero, así como el de una tierra de nadie que era un poco de todos.
Federico Romero, creador del portal Historia y Roma Antigua, desentierra la agitada historia de los últimos e inesperados defensores de Roma, una potencia atrapada en un círculo vicioso que le llevó hasta el suicidio.
El clásico de la filosofía política sobre las contradicciones de la democracia representativa.
En 1970, Robert Paul Wolff publicó este breve texto en el que se posicionaba claramente a favor de la escuela del anarquismo filosófico. Se basaba, para ello, en la imposibilidad de conjugar una plena autonomía individual con una autoridad estatal legítimamente moral. El libro vendió más de doscientos mil ejemplares de la primera tirada, y se convirtió rápidamente en un libro de referencia.
Wolff no duda en arremeter contra la democracia liberal representativa, que le parece una solución insuficiente -ya que nunca representa la voluntad de toda la población- al conflicto entre autoridad y autonomía, y aboga por una participación directa de los ciudadanos en las decisiones políticas que culmine idealmente en una unanimidad consensuada. Solo así el poder de los estados sobre los ciudadanos llegaría a ser legítimo. Wolff no ignora, sin embargo, las dificultades de un proyecto como este, que navega en aguas de la utopía. Ante la alienación de nuestra autonomía individual y el colapso de la legitimidaddel Estado, Wolff propone que nos entreguemos al anarquismo en lugar de sacrificar nuestros deseos políticos personales.
El excitante retrato de una época en la que la erudición, la sensualidad y los excesos iban siempre de la mano.
París, 1933: Jean-Paul-Sartre, Simone de Beauvoir y Raymond Aron están reunidos tomando cócteles de albaricoque en el bar Bec-de-Gaz, en la calle Montparnasse. Aron les tienta con un nuevo marco conceptual aparecido en Berlín, la fenomenología. «Si eres fenomenólogo puedes hablar de este cóctel y hacer filosofía con él», les dice.
Esa sencilla frase puso en marcha un movimiento que inspiró a Sartre a integrar la fenomenología con su propia sensibilidad humanística y crear un enfoque filosófico completamente nuevo, inspirado en la libertad radical, el ser auténtico y el activismo político. Ese movimiento arrasaría en los clubes de jazz y cafés de la Rive Gauche, y luego llegaría a todo el mundo bajo el nombre de «existencialismo».
El enjambre digital, a diferencia de la masa clásica de los siglos XIX y XX, consta de individuos aislados, carece de alma y de un nosotros, es incapaz de una acción común o de manifestarse en una sola voz.
La hipercomunicación digital destruye el silencio que necesita el alma para reflexionar y ser ella misma. Se percibe solo ruido, sin sentido, sin coherencia. Todo ello impide la formación de un contrapoder que pueda cuestionar el orden establecido, que adquiere así rasgos totalitarios. Multinacionales de la información vigilan nuestros intereses y extraen beneficio de nuestros comportamientos en línea: nos ofrecen cíclicamente los mismos pensamientos y preferencias, transformando y deteriorando los modos de lo público.
Byung-Chul Han afirma que se ha dejado atrás la época biopolítica. Hoy nos abocamos a la psicopolítica digital, una era en la que el poder interviene en los procesos psicológicos inconscientes. El psicopoder, para Han, es más eficiente que el biopoder, porque nos vigila, controla y mueve no desde fuera, sino desde dentro.
Boston, 1871. Alice Gulick, misionera protestante, se embarca rumbo a España para luchar por la educación femenina. Su viaje marca el comienzo de una emocionante aventura que culmina con la creación del Instituto Internacional, un colegio muy avanzado para la época. En Madrid, las americanas de esta institución tejen vínculos duraderos con las profesoras y estudiantes de la Residencia de Señoritas, como María Goyri y María de Maeztu. Durante décadas compartirán edificios, intercambiarán cartas y unirán fuerzas para lograr el acceso de las mujeres a la universidad.
Madrid, 2021. Cristina Oñoro, escritora que cautivó a los lectores con Las que faltaban, descubre esta historia real de amistad transatlántica en los archivos de la Residencia de Señoritas. Para contarla viaja por España, Estados Unidos e Inglaterra con su cuaderno y una cámara al hombro, siguiendo las huellas de varias generaciones de feministas. Emily Dickinson, Virginia Woolf y la pintora Mary Cassatt serán algunas de sus compañeras en este apasionante recorrido que acabará conduciéndola al encuentro de su propia memoria.