Los diálogos reunidos en este volumen —Filebo, Timeo y Critias— pertenecen a la última etapa de producción platónica. En el primero de ellos, para combatir el hedonismo, plantea un complejo debate sobre el placer, sobre los diferentes tipos que existen y, finalmente el rol que debe desempeñar para llevar una vida buena. En los dos siguientes, Platón se centra más en temas físicos y políticos, pero también contribuye a enriquecer con ellos el contenido mítico de su filosofía. Timeo es uno de sus textos más profundos e influyentes que escribió, y en él ofrece su explicación del universo: su origen, su ordenación y su relación con el hombre. Critias, diálogo inconcluso, se considera la continuación del Timeo y en él Platón contribuye al desarrollo del mito de la Atlántida y el conflicto que mantuvo con Atenas.
Las Leyes es, con mucho, el diálogo platónico más extenso que conocemos. Y no solo eso, sino que además es el que supone los más exhaustivos estudios: historia, teoría política, educación, códigos penales, sistemas constitucionales, teología, física, medicina, etc. Es el intento más antiguo que ha llegado hasta nosotros de organizar el sistema jurídico de acuerdo con principios racionales. En el primer volumen de los dos que reúnen las Leyes, se recogen los libros I-VI, en los que se establecen los principios fundamentales que deben regir la sociedad para luego crear la legislación acorde con ellos.
La influencia de Platón en el pensamiento occidental es aún hoy impresionante, como demuestran los cuatro paradigmáticos diálogos que se reúnen en este volumen. La Apología de Sócrates es la perfecta introducción a toda su filosofía y nos presenta de una manera brillante al maestro de Platón en un momento crítico. Los otros tres, Fedón, Banquete y Fedro, suponen puntos culminantes de la historia de la filosofía occidental, que además contienen algunas de las páginas más bellas de la literatura europea.