Todos reconocen su obra. Nadie conoce al hombre.
Cristóbal Balenciaga no se dejaba ver en sus desfiles ni salía jamás a saludar tras finalizarlos. Si hacemos caso a la leyenda, el diseñador vasco seguía con detalle los pases a traves de un discreto agujero practicado en las cortinas de terciopelo que decoraban su maison. Apenas existen retratos suyos, e incluso llegó a calar el rumor de que el hombre invisible de la alta costura no era más que una invención, una estrategia comercial elaborada con astucia. De lo que no cabe duda es de que "el mejor diseñador de todos los tiempos" -según reconocieron Christian Dior o Coco Chanel- antepuso siempre el prestigio a la fama y fue artífice de una obra inmortal, casi tan grande como el misterio que aún hoy envuelve su biografía.
A pesar de ser uno de los personajes que más ha influido en la Historia, hay muchos detalles de la vida de Cristóbal Colón que continúan velados por el misterio. ¿Cuál fue su verdadera patria? ¿En qué pruebas se basan los investigadores que lo hacen gallego, extremeño, catalán o balear? ¿Era Colón judío? Si nació en Génova, ¿cómo se explica que conociese imperfectamente el italiano? ¿Supo de la existencia de América por un náufrago predescubridor al que dio cobijo en su casa? ¿Cuáles fueron sus verdaderas relaciones con Isabel la Católica? ¿Realizó exploraciones secretas a espaldas de la Corona para descubrir yacimientos de perlas y minas de oro? ¿Dónde se encuentra la verdadera tumba de Colón? Este libro examina además los otros misterios que rodean el descubrimiento de América: ¿cuándo y por qué caminos llegaron allí sus primeros pobladores? ¿Conocieron América los fenicios? ¿Extrajeron del Perú los templarios sus fabulosos tesoros? ¿En qué circunstancia llegaron los vikingos al Canadá quinientos años antes del viaje de Colón?
Su guitarra, decía su amigo Manolo Sanlúcar, «encanta al que no sabe y vuelve loco al que sabe». Su compleja personalidad le convirtió en un genio de la música admirado en todo el mundo, pero también en un hombre angustiado y lleno de dudas. ¿Qué hay tras la mirada enigmática del mejor músico flamenco de la historia?
Paco de Lucía aprendió a tocar la guitarra en su casa gracias a su padre, que elaboró un ambicioso plan al estilo del que Leopold Mozart llevó a cabo con su hijo. Pronto se convirtió en un virtuoso que superó a todos sus maestros e hizo su primera gira mundial con solo catorce años. Formó una pareja mítica con el cantaor Camarón de la Isla y expandió los límites del flamenco hacia lugares inimaginables. Ídolo a su pesar, en la furia de su toque está a la vez la búsqueda y la huida de sí mismo.