Óscar Calavia se mueve con maestría entre las fuentes directas para aportar su particular visión crítica del Imperio español en América, huyendo al mismo tiempo de la imperiofilia y de la caricatura. Este libro se escribe —nos dice— porque reducir el pasado a la contabilidad de hazañas y fechorías es un modo de desperdiciarlo.
Con este volumen se pone punto y final a la obra Imperio, Reforma y Modernidad, que pretende ser un relato sobre la formación de la constelación moderna a través de la dura batalla que mantuvo el pensamiento reformado con los poderes concentrados, monárquicos e imperiales de la época. En su primera parte, este volumen ofrece una exposición de la sistematización teológica de la llamada Segunda Reforma, que desde el Regnum Christi de Bucero en Inglaterra se extiende hasta la imponente obra de Juan Calvino, la Institución Cristiana. En la segunda se muestra la eficacia social, religiosa, cultural e histórica de esa sistematización teórica a través de la impugnación de las monarquías de los Austrias, los Valois y los Estuardo y, sobre todo, a través de las formas sociales que pretendía erigir. El subtítulo del libro, La revolución práctica de Calvino, sugiere que la magna obra del reformador no se puede comprender solo desde el análisis teórico de su pensamiento, que está históricamente imbricado de praxis. Imperio, Reforma y Modernidad es una obra imprescindible para comprender la genealogía religiosa y espiritual de los tiempos modernos.
Durante toda la historia, los imperios han jugado un papel crucial en las relaciones entre pueblos, territorios y culturas. El temor y la memoria de violencia que suscitan solo es comparable a la fascinación que siguen despertando en todo tipo de literatura. Ante la confusión y la hostilidad que puede provocar su simple evocación, este libro guía al lector en el uso crítico de la categoría de imperio, con el foco puesto en el que quizás sea su momento de mayor efervescencia, la época contemporánea. No en vano, en dicho período surgieron dos fuerzas que redefinieron el concepto: el nacionalismo y el imperialismo.
A través de un recorrido por las distintas estructuras imperiales sucedidas en los últimos dos siglos, se ofrece en estas páginas una pequeña muestra de una larga tradición de pensamiento que ha reflexionado sobre el poder y el dominio, el conflicto y la violencia, sobre el tiempo en su larga duración, sobre la constitución y supervivencia de diversas comunidades humanas, sobre los sucesivos órdenes globales, que de todo ello da cuenta la historia de los imperios y los imperialismos.