«Paladín de la modernidad» y «maestro de la comunicación», «polemista de Fráncfort» y «conciencia moral pública de la cultura política»: tales son algunos de los epítetos de los que se ha hecho merecedor Jürgen Habermas. Con razón se ha dicho de él que «no solo es el filósofo vivo más famoso del mundo, sino que su propia fama es famosa». Pero si su figura como pensador resulta noticiable, y hasta puede parecer fascinante, es porque supo abandonar una y otra vez el ámbito protegido de la vida académica para intervenir en los debates de la esfera pública. «Es la irritabilidad», dice el propio Habermas de sí mismo, «lo que convierte a un sabio en intelectual». Reconstruir el intrincado entrelazamiento entre el oficio del filósofo y teórico social y el oficio del intelectual público es el objeto de esta biografía.
El Derecho ocupa una posición altamente significativa, pues cualquier sistema jurídico expresa de la manera más gráfica y real lo que representa una sociedad. Muestra tanto lo que se predica como lo que se practica. Dice lo que oficial y públicamente se considera justo y lo que se hace oficial y públicamente cuando las cosas van mal. Notemos, de paso, que lo que se considera y hace oficial y públicamente puede estar en contradicción con lo que se considera y hace extraoficial y secretamente, pero sin embargo sorprende lo mucho que podemos aprender, en las leyes, códigos y repertorios de casos soviéticos, así como en los extensos comentarios y críticas de los tratados y revistas jurídicas, acerca del funcionamiento actual del sistema. El derecho soviético no es solamente un producto del socialismo marxista, y el conflicto entre socialismo y libre empresa no es en absoluto la única cuestión planteada en la presente pugna internacional. El derecho soviético es también un producto de la historia rusa, es derecho ruso de la misma manera que nuestro propio derecho no es capitalista o democrático , sino americano. Cada uno de los sistemas contiene una mezcla de características no solo socialistas y capitalistas, sino también de elementos precapitalistas arrancados de muy diferentes etapas de su historia pasada. Los derechos no pueden clasificarse limpiamente en términos de fuerzas socioeconómicas. Los sistemas jurídicos se han construido lentamente, a lo largo de los siglos, y en muchos aspectos resultan notablemente impermeables a los cataclismos sociales. Esto es tan verdadero del derecho soviético, construido sobre los cimientos del pasado ruso, como del derecho americano, con sus raíces en la historia inglesa y de la Europa occidental. Algunas de las diferencias básicas entre ambos tienen su origen en la polaridad existente entre la historia rusa y la historia occidental durante casi un millar de años.
En Justicia, el prestigioso autor y profesor Michael Sandel examina el papel de la justicia en nuestras vidas y en la sociedad, y explica cómo la filosofía puede ayudar a entender la política, la religión o la moral, e incluso nuestras propias convicciones. Deteniéndose en cuestiones tan polémicas como el aborto, la eutanasia, el matrimonio homosexual, el patriotismo o la disidencia, Sandel muestra que las cuestiones más importantes que afrontamos como ciudadanos pueden someterse a un debate racional. Justicia garantiza a los lectores de todas las edades e ideas políticas un viaje fascinante a través de los conceptos que subyacen en las controversias políticas y morales de la actualidad. Un libro fundamental para nuestra vida en sociedad.«Un manual repleto de aplicaciones para el día a día.