Un ensayo agudo y cuestionador, que revela los intereses tras el término «cultura de la cancelación» y revisa los criterios con los que evaluamos el arte hoy.
¿Existe de verdad una «cultura de la cancelación» censora y puritana, que limite la libertad de los artistas? O, más bien, «¿por qué la llaman “cancelación” cuando quieren decir crítica?». Eso se pregunta Gonzalo Torné en un artículo que recibirá una respuesta inesperada: la de Clara Montsalvatges, uno de los personajes de sus novelas. Entre los dos, dibujan aquí el retrato de un escenario en el que las «audiencias emancipadas» plantean nuevas exigencias a los creadores, y se preguntan por las responsabilidades de una representación artística comprometida con la captura de la complejidad.
Cuando el guarnicionero Thierry Hermès instaló su taller en París, por las calles de esta ciudad circulaban unos ochenta mil caballos, y los jinetes más distinguidos encargaban sus sillas de montar a este artesano. Sin embargo, tras la Primera Guerra Mundial, los caballos se vieron sustituidos de forma progresiva por automóviles, y al nieto del fundador, Émile, no le quedó más remedio que reinventarse.
Empezaría por hacer maletas, a las que añadiría un artilugio revolucionario: el cierre de cremallera. Luego llegarían los bolsos de mano, en bandolera o con correas, cabás, alforja o pochette, el mítico «carré» y tantos artículos, siempre con el afán de innovar, de cuidar la fabricación artesanal, y de no hacer nunca demasiado ruido. Estuvo a punto de irse a pique, pero hoy Hermès sigue siendo regentada por la misma familia y es la única gran empresa del lujo que ha logrado mantener su preciada independencia.
Trefan Morys es el nombre de mi casa en Gales y, a decir verdad, creo que lo más interesante es el hecho de que está en Gales.» Con sencilla elegancia, Jan Morris reflexiona sobre su hogar en Gales, su hermoso entorno y sobre el significado de ser galés. Es un relato íntimo y nítido que recorre la turbulenta historia de los galeses y su batalla para mantener vivos su idioma y su cultura a la sombra de su vecino más poderoso. Entretejiendo algo de poesía y tradición galesa, Morris nos lleva por un camino sinuoso hasta su casa, una humilde estructura del siglo XVIII construida para el ganado y posteriormente convertida en hogar. Este modesto edificio se convierte en un espejo de su vida, así como del alma del pequeño y complejo país de Gales, que ha desafiado al mundo durante siglos para preservar su propia identidad.