¿Cuándo y cómo se optó por la adopción de la vía insurreccional en el Viejo Continente sobre la base de los modelos extraeuropeos? ¿Por qué razón gozaron sus protagonistas de tanta presencia mediática y cierto arraigo social? En coincidencia con el proceso de desestalinización implementado en la Unión Soviética a partir del XX Congreso del PCUS y los levantamientos de Praga y Budapest, la izquierda occidental desarrolló una serie de visiones del marxismo alternativas a la tradicionalmente procedente del bloque oriental. Los intelectuales de izquierda trataron de reinterpretar el marxismo adaptándolo a la realidad política del momento, en el que la pujanza de los procesos revolucionarios anticoloniales de Asia y África, así como la prolífica experiencia de la guerrilla latinoamericana, abrieron un vasto campo para la experimentación de las diversas variantes tácticas e ideológicas dentro del campo del marxismo que hasta entonces parecían constreñidas exclusivamente al sovietismo. El modelo revolucionario insurreccional no tardó en aplicarse en Europa en forma de guerrilla urbana, iniciándose así una eclosión de organizaciones que a imitación de la insurgencia asiática, africana o latinoamericana trataron de desestabilizar al sistema capitalista mediante el uso de la violencia armada. Se dio inició así a una de las grandes etapas del terrorismo europeo, que principalmente entre los últimos años 50 y finales de los 80 acaparó portadas diariamente, llegando a poner en serios aprietos a distintos gobiernos occidentales. Esta obra trata de comprender la génesis y el desarrollo del terrorismo europeo de izquierda de la segunda mitad del siglo XX bajo una doble vertiente. Primero, entendiéndolo como resultado de un movimiento intelectual de adecuación de las lógicas y estrategias antiimperialistas. Segundo, desde una perspectiva exclusivamente política, poniendo el énfasis en la evolución de los procesos internos de cada una de las organizaciones terroristas estudiadas. Consciente de su misión de aportar una visión panorámica del fenómeno del terrorismo de izquierda europeo de la segunda mitad del siglo XX, el libro trata de no caer en tecnicismos y excesos informativos que hagan decaer el interés, haciéndolo una lectura dinámica y apta para cualquier tipo de lector. Por ella desfilan los nombres de las grandes organizaciones terroristas como la Fracción del Ejército Rojo (RAF), las Brigadas Rojas (BR), el Ejército Republicano Irlandés (IRA) o Euskadi Ta Askatasuna (ETA), aunque sin olvidar a otras que por duración o intensidad podrían catalogarse de menor entidad pero sin duda de mucho peso como los Grupos Revolucionarios Primero de Octubre (GRAPO) o el Frente de Liberación Nacional de Córcega (FLNC).
La guerra en casa no nos habla únicamente de la guerra de los Balcanes, sino de su relación con nosotros, tan próximos y, al mismo tiempo, lejanos. Y lo hace con una escritura en la que el espíritu del escritor y del periodista se integran de manera perfecta.
Este es un libro de Historia y de historias. La del francotirador, verdugo por excelencia, y sus intentos por empezar una nueva vida fuera de Yugoslavia. La pesadilla de Izmet, detenido por la policía estatal un día cualquiera y machacado a golpes solo por ser musulmán. El relato de Sead y Esad, hermanos enfrentados, y de lo que vieron en los campos de exterminio. La sórdida epopeya de los generales y soldados de las Naciones Unidas, y el fracaso de la ideología humanitaria. Pero también la acogida en Turín de centenares de prófugos y la apasionada implicación de muchas personas corrientes. Una obra que nos ofrece una visión humanística de la guerra.
Es posible estudiar cómo el pensamiento político-jurídico del quinientos y seiscientos entiende el problema de la guerra columbrándolo en función de dos épocas: Renacimiento-Reforma, y Barroco. Durante la primera encontramos dinastismo medieval (Seyssel), republicanismo (Castrillo), realismo político (Maquiavelo), idealismo humanista-cristiano (Erasmo, Moro, Valdés, Vives), guerra justa (Vitoria), prudencia estoica (Lipsio), resistencia (calvinismo), pacifismo (Simons).
En el Barroco, el paradigma vigente es la libertad, acotada y restringida por (a) la ley natural; (b) un ius subjetivo que dota al hombre del derecho inalienable a la defensa propia; (c) una nueva filosofía de la naturaleza, causa eficiente en lugar de causa final, separación de las cualidades primarias y secundarias, una naturaleza independiente de Dios (Grotius) y caótica origen del ius naturale.