Estos ensayos son testimonio de la labor pastoral de Illich, que afronta problemas eminentemente prácticos a la luz de unos pocos conceptos genuinamente teológicos: la oración, la pobreza de espíritu y el Reino. Como señala Giorgio Agamben en su prólogo, estamos ante «un pensamiento del Reino, de la especial presencia de este entre nosotros, ya cumplida y, sin embargo, todavía no».En el núcleo de la obra de Illich está la oposición a la naturaleza imperialista de las actividades misioneras auspiciadas por el Estado y la Iglesia. Su honda comprensión de la historia de esta última, especialmente en el siglo XIII, aportó a su crítica de la Iglesia y otras instituciones del siglo XX la perspectiva del historiador.
Una relectura de la Ilíada en la que los dioses son los verdaderos protagonistas.
En esta suerte de novela coral, Nucci revindica la fuerza y la vigencia del mito para interpretar la actualidad.
Cuando pensamos en la Ilíada, imaginamos a los dioses como espectadores desde lo alto del Olimpo, comentando el feroz combate de héroes y guerreros en la llanura de Troya mientras disfrutan del aperitivo, tomando partido por unos u otros y moviendo los hilos de los protagonistas como si estos fueran marionetas o piezas sobre un tablero. Para Giovanni Nucci no es exactamente así, y en este libro propone una interesante relectura del célebre poema épico situando a los dioses como los verdaderos protagonistas, pues más allá de su intervención en las batallas de los héroes, representan a las fuerzas interiores que mueven desde lo más profundo nuestra humanidad. Con erudición y un gran sentido del humor, el autor ahonda en las complejas y paradójicas relaciones de los moradores del Olimpo, arrojando una nueva luz sobre las historias y curiosidades del entramado divino.
En este contundente libro, Carl Cederström rastrea la concepción actual de la felicidad desde sus raíces en la psiquiatría europea de principios del siglo XX, pasando por la generación Beat, el psicoanálisis de Wilhelm Reich o el movimiento hippie, hasta llegar a Donald Trump. El autor defiende que la felicidad se define en nuestros días por el deseo de ser «auténtico», de experimentar placer físico y de cultivar una individualidad única. En los últimos cincuenta años, estas ideas, antes revolucionarias, han sido secuestradas por corporaciones y agencias publicitarias que nos empujan a llevar una vida cada vez más insatisfactoria, acelerada, insegura y narcisista. En una época de creciente austeridad y división social, Cederström sostiene que un nuevo sueño radical de felicidad se está imponiendo. Existe una visión alternativa de la buena vida que promueve un compromiso más profundo con el mundo y nuestro lugar dentro de él, en oposición al individualismo y el hedonismo ilimitados. Guiados por una cosmovisión más igualitaria, podemos reinventarnos a nosotros mismos y a nuestras sociedades.