Más allá del artículo periodístico o la entrevista, y sin olvidar su obra narrativa, en Mundo hetero descubriremos las líneas maestras del pensamiento de Montserrat Roig para que podamos entender mejor su obra y su forma de concebir el mundo.
En esta nueva antología, Betsabé García, biógrafa de la autora, ha reunido sus reflexiones sobre el feminismo como movimiento social, pero también sobre la mujer como tema, como supuesta identidad, y sobre lo que Roig define que es ser mujer. García ha seleccionado y reorganizado los textos de esta edición según los grandes temas que tejen la obra de Roig: la influencia castradora de una mala educación, el debate interminable con el eterno masculino, el sexo como mecanismo de poder, la naturaleza del deseo y su impronta en nuestros cuerpos, y la heterosexualidad como problema.
Montserrat Roig tuvo que enfrentarse a un arduo proceso de introspección para analizarse y comprenderse más allá de sujeto producido por la dictadura: ella era una más, era una mujer. El feminismo anglosajón le brindó las herramientas, su curiosidad hizo el resto. Mundo hetero nos invita a ser partícipes de este proceso.
¿Cómo describir el mundo en que vivimos? Žižek lo resuelve con pragmatismo: habla de un mundo loco, en el que las ideologías perdieron relevancia. A partir de tres ejes fundamentales: guerra, cine y sexo, todos los textos de este libro se hilvanan para (intentar) explicar un mundo en crisis.Lo que vemos últimamente es algo que solo podemos llamar tecnopopulismo: un movimiento político con una clara apelación populista (trabajar para el pueblo, para sus “intereses reales”, ni de izquierda ni de derecha) que promete ocuparse de todos mediante una política racional y de expertos; un enfoque pragmático que no moviliza pasiones bajas ni recurre a eslóganes demagógicos. La vergonzosa paradoja que nos vemos obligados a aceptar es que, desde un punto de vista moral, el modo más cómodo de mantener una posición de superioridad es vivir en un régimen moderadamente autoritario.
Un aviso para navegantes frente a los desafíos de un nuevo mundo definido por los cambios tecnológicos.
Tras la publicación de 1984, el clásico de las distopías de George Orwell que se planteaba como una crítica de los totalitarismos ya existentes trasladados a un lúgubre futuro, Mundo Orwell recupera parte del espíritu de la obra y se propone servir de aviso a navegantes de la red y de la vida cotidiana frente a los desafíos de un nuevo mundo. Un mundo definido por la aceleración de los cambios tecnológicos que se nos imponen en todos los ámbitos de la vida a una velocidad desenfrenada, determinando hasta nuestra manera de pensar. Un mundo que implica además peligros sustanciales para los valores, identidades y concepciones que nos han acompañado, al menos, desde la Ilustración.