El objetivo principal de esta obra es mostrar la situación de las personas sin hogar, las políticas públicas de actuación con relación al sinhogarismo y su aplicación, un tema bastante novedoso y que, sin duda, ayudará a sacar a la luz una realidad que con frecuencia se suele o se tiende a ocultar. Además, contribuirá a cambiar la sensibilidad social al respecto. En los primeros capítulos se abordan los principales aspectos que caracterizan el problema (conceptualización y caracterización, desarrollo histórico, análisis de la realidad desde el punto de vista sociológico y psicológico), de forma que esta parte da estructura a la obra completa en la que luego se integran temas más específicos, desde el recuento de personas sin techo a la situación específica de distintos grupos (mujeres, inmigrantes, LGTBI...). También se incluyen tres capítulos sobre la realidad de las personas sin hogar en Europa, varios países de Latinoamérica y uno, más específico, sobre las personas sin hogar en España e Italia. El texto, aunque técnico, es accesible dada la buena exposición de los autores y puede resultar de utilidad no solo a expertos del ámbito de la psicología, la sociología o el trabajo social, entre otros, sino también al gran público, en especial a los responsables de las instituciones públicas y de las entidades sociales implicadas en este ámbito.
La imagen que tenemos hoy día de Fernando Pessoa se parece poco o nada a la que tuvieron los escritores de su momento. Si en la actualidad Pessoa es el máximo exponente de la literatura portuguesa en España (y el mundo), no podemos decir que la situación fuese la misma en la primera mitad del siglo XX, cuando era entre nosotros una sombra que sólo conocían unos cuantos iniciados.
Sin embargo, la vida de Pessoa estuvo salpicada de encuentros y desencuentros con España y sus escritores. Trazó algunas relaciones con sus “camaradas” vanguardistas (Adriano del Valle, Rogelio Buendía, Isaac del Vando-Villar, Iván de Nogales) y su archivo revela numerosos testimonios de interés por España, en el contexto de su pensamiento sobre Iberia, y por algunos de sus autores, con Miguel de Unamuno a la cabeza.
Ochenta años después de la muerte del portugués, ha llegado el momento de descifrar quién fue Fernando Pessoa entre los escritores españoles de su época y qué significado tuvo España y su cultura en la obra del autor del Libro del desasosiego.
Francesco Petrarca es una de las cumbres de la cultura occidental. Su legado intelectual, inmenso en su tiempo, supuso el origen de lo que todavía hoy entendemos por Humanismo. Pero, además de un gran filólogo y estudioso incansable de los clásicos, Petrarca fue también un hombre apasionado por la política de su tiempo, un católico devoto en constante reflexión sobre la virtud propia y ajena, un aspirante a filósofo cristiano —Platón, Séneca y san Agustín fueron sus grandes maestros— y, cómo olvidarlo, un poeta único, cuya huella en la literatura europea perduró durante siglos y aún hoy nos cautiva y condiciona.
Este libro recorre los avatares y las máscaras de esa figura, su trayectoria intelectual y las paradojas de su posteridad a partir de cuatro espléndidos y sabios textos de Francisco Rico, miembro de la Real Academia Española desde 1987 y el más insigne petrarquista de nuestro tiempo.