El Imperio Romano duró quinientos años, una cifra impresionante desde cualquier punto de vista, por lo que la economía y la miríada de acuerdos políticos y amenazas a las que tuvo que enfrentarse estuvieron en continuo cambio.
Tomando este principio como punto de partida, Lacey centra gran parte de la narración en los momentos históricos cruciales y en las personalidades implicadas para ofrecer un análisis exhaustivo, concluyente y cautivador del auge y la caída del Imperio.
Esta obra incorpora los trabajos más recientes de arqueólogos e historiadores del mundo clásico con la vocación de corregir los errores y omisiones de estudios anteriores. El resultado: la exposición más completa y rica en matices jamás publicada sobre el pensamiento estratégico romano y su ejecución.
Este es un libro espléndido, que aúna sabiamente conocimiento y pasión.
Profundo conocedor de su historia, su arte y su cultura, nos conduce en un recorrido fascinante por cerca de tres mil años de esplendor y decadencia de la que ha sido, en muchos sentidos, la capital del mundo, y evoca las grandes figuras de su pasado, desde César a Mussolini. Hughes nos habla de política, de religión y de arte, relacionándolos entre si: las vidas de los artistas –Miguel Ángel, Caravaggio, Piranesi, Chirico…- nos ayudan a entender sus obras y a situarlas en su tiempo. Este es un libro espléndido, que aúna sabiamente conocimiento y pasión.
Con sabiduría y amenidad, Rüdiger Safranski traza en esta obra la biografía del Romanticismo -ese excepcional movimiento que eclosionó en el paso del siglo XVIII al XIX- a través del retrato y del análisis de autores como Herder, Fichte, Schelling, Hoffmann o Schiller. A continuación explora la continuidad y pervivencia hasta la actualidad de «lo romántico». Safranski nos descubre que si el movimiento romántico nos sigue fascinando en la actualidad es porque sus autores ya intuyeron las tensiones a las que hoy debemos enfrentarnos: el imperio de la técnica y la nostalgia del retorno a la naturaleza, la desdivinización del mundo y la ironía como consuelo ante el dolor de la existencia.