La acuñación moderna de la filosofía no puede separarse de la crítica del prejuicio, de la sospecha de los hábitos y convenciones que rigen nuestros pensamientos y acciones. Pese a ello, la historia de la filosofía no siempre escapa al influjo de una mezcla de prejuicios, hábitos y convenciones que ofrece, como patrimonio no contestado, una cierta imagen de sus autores, temas y conceptos. Tal es el caso de la supuesta ruptura que realiza Cartesio, con su propuesta teórica, de los vínculos que antaño unían el saber filosófico con el saber teológico. Pedro Lomba muestra en este libro lo endeble de esta tesis o, en otras palabras, que la clave de bóveda de la filosofía cartesiana, en pugna con un escepticismo revestido con nuevos hábitos, tiene un nombre antiguo, pero irremplazable: Dios. La obra de Lomba ejerce así el noble oficio de la filosofía ilustrada: desautoriza nuestra comprensión prejuiciosa de la tradición. La crítica del programa cartesiano tiene un alcance inesperado: muestra la facilidad con que la filosofía se confunde con la teología política.
¿Cómo puede establecerse hoy un nuevo tipo de dictadura? Onfray identificó siete vías: destruir la libertad; empobrecer el lenguaje; abolir la verdad; suprimir la historia; negar la naturaleza; propagar el odio; aspirar al Imperio.
Cada uno de estas vías se compone de acciones concretas:
- Para destruir la libertad, hay que: asegurar la vigilancia perpetua; arruinar la vida personal; suprimir la soledad; regocijarse en las celebraciones obligatorias; uniformizar la opinión; denunciar el crimen de pensamiento.
- Para empobrecer el lenguaje, hay que: utilizar un nuevo lenguaje; emplear un doble lenguaje; destruir las palabras; oralizar el lenguaje; hablar una sola lengua; acabar con los clásicos.
- Para abolir la verdad, hay que: enseñar ideología; utilizar la prensa en beneficio propio; difundir noticias falsas; producir realidad.
- Para abolir la historia, hay que: borrar el pasado; reescribir la historia; inventar la memoria; destruir los libros; industrializar la literatura.
- Para negar la naturaleza, necesitamos: destruir el impulso vital; organizar la frustración sexual; higienizar la vida; procrear médicamente.
- Para propagar el odio, necesitamos: crear un enemigo; fomentar la guerra; psiquiatrizar el pensamiento crítico; acabar con el último hombre.
- Para aspirar al Imperio hay que: formar a los niños; administrar a la oposición; gobernar con las élites; esclavizar mediante el progreso; ocultar el poder.
¿Quién puede decir que no estamos ahí?
Este trabajo es uno de los más influyentes en el debate sobre la postmodernidad.
Teoría de la postmodernidad es la versión castellana, adaptada y preparada por el propio Jameson, de Postmodernism, or the Cultural Logic of Late Capitalism, recopilación de ensayos a los que el autor dio forma definitiva en 1991.
En este trabajo, uno de los más influyentes en el debate sobre la postmodernidad, no sólo nos encontramos un análisis de la dimensión sociopolítica de diversos fenómenos culturales de la postmodernidad (arquitectura, cine, vídeo, música, artes plásticas, literatura) y de las nuevas formas de percepción del espacio y el tiempo que éstos han introducido, sino también una discusión sobre nuevos movimientos sociales, la dinámica del mercado mundial y los dilemas de algunoas perspectivas teóricas, como la del crítico Paul de Man.