Los colaboradores de este volumen han sido responsables, en buena medida, de la mejora que se ha logrado. Son los autores de diez de los 'estudios penetrantes' que demandaba el magistrado. Y no deja de ser interesante que cuatro de los que contribuyen a este volumen se ocupen también de la preparación de volúmenes de la historia que patrocina el Comité del legado de Hohnes. Pero eso no basta. Queda aún mucho por hacer en cuestión de biografía de la Suprema Corte. No llegamos a atrevernos a sugerir que los estudios aquí incluidos llenen el vacío. Nuestro objetivo es menos ambicioso. Creemos que los autores de estos ensayos han logrado, la comprensión del hombre, y mediante él, la comprensión de la actividad en que está empeñado 'ese fenómeno norteamericano tan sugerente y singular: la práctica del estadista en el foro. En segundo lugar, esperamos que estos ensayos llegarán a un público que no está aún dispuesto ni deseoso de emprender el estudio de la historia de la Corte en varios volúmenes, o de los muchos volúmenes de excelentes biografías que hemos tratado de resumir aquí'.
Antes de que Picasso se convirtiera en Picasso, el icónico artista que es hoy una de las figuras más destacadas del mundo, la policía lo tenía bajo constante escrutinio. En medio de las tensiones políticas de la primavera de 1901, los servicios de seguridad le señalaron como anarquista. Esta se convertiría en la primera de las muchas entradas que llegarían a formar un extenso expediente policial.
Aunque no tardó en convertirse en el líder de la vanguardia cubista ni en lograr grandes retribuciones por sus obras a medida que su reputación crecía en todo el mundo, el arte de Picasso quedó excluido en gran medida de las colecciones públicas en Francia durante unas cuatro décadas. Al genio que concibió el Guernica como una declaración visceral contra el fascismo en 1937 se le negó la ciudadanía francesa incluso tres años después, en vísperas de la ocupación nazi. En un país en el que la policía y la conservadora Academia de Bellas Artes representaban dos de los principales pilares de la oligarquía de la época, Picasso se enfrentó a un triple estigma: el de extranjero, ideólogo radical y artista de vanguardia. Un extranjero llamado Picasso aborda la carrera y la obra del artista desde un ángulo completamente nuevo, basado en unas extensas fuentes de archivo que, a pesar de ser fascinantes, se han desoído durante demasiado tiempo.
En esta innovadora narración, Picasso emerge como un artista adelantado a su tiempo tanto estética como políticamente, un artista que ignoró las costumbres nacionales en favor de las formas cosmopolitas contemporáneas. Eligió el sur antes que al norte, las provincias a la capital y los artesanos a los académicos, al tiempo que alcanzaba una gran fama.