Convoyes de mercantes atacados en mitad de la noche, aviones que salen de las nubes para sorprender a los submarinos en superficie, ataques con cargas de profundidad, naufragios, largos viajes por el Ártico o el Caribe, submarinos que aparecen donde menos se les esperaba tras la guerra, héroes, comandantes crueles, banderas piratas, tiempos felices y tiempos duros… todo esto y mucho más formó parte de la guerra submarina en la Segunda Guerra Mundial.
Hablar de campos de concentración significa nombrar una época oscura de la historia de la humanidad. Pero también significa solidaridad, heroísmo y dignidad en muchos casos. Como la de aquellos hombres (y algunas mujeres) que, unas veces por mero instinto de supervivencia, por seguir luchando por su país o simplemente por no soportar languidecer encerrados, tuvieron la valentía y la osadía de tratar de fugarse de sus captores. En algunos casos, sus protagonistas tuvieron éxito, pero en otros no. Este libro recoge las historias de los intentos de fugas y evasiones más espectaculares, sorprendentes e increíbles en todos los países implicados en el conflicto, ya fuera en el bando del Eje o bien en los campos de concentración aliados. • Anna Kauderova: la esperanza es lo último que se pierde. • La fuga de Colditz de Patrick Reid. • Philip Toosey y el puente sobre el río Kwai. • Los siete años en el Tibet de Heinrich Harrer.
«La historia se ha acelerado a un ritmo vertiginoso, que amenaza el futuro de la raza humana», nos dice Eric Hobsbawm, que no sólo es el historiador más leído en el mundo, sino uno de los pensadores más influyentes de la izquierda. Hobsbawm nos habla en estas páginas de los grandes problemas a que nos enfrentamos: la guerra, la paz y las posibilidades de un orden mundial, del proyecto imperial de los Estados Unidos y de cómo «un grupo de políticos locos pretenden implantar su propia versión de la supremacía mundial», de los efectos de una globalización que acentúa las disparidades en el mundo, de la crisis del estado-nación, de las inmigraciones, el racismo y la xenofobia, de los peligros que nacen del miedo irracional al terror político o de las dificultades de mantener el orden público en un mundo violento en que circulan 125 millones de rifles de asalto. Problemas analizados por desde una perspectiva a la vez crítica y esperanzada, que contrasta con la mediocridad del pensamiento único que nos invade.