¿Te das cuenta de que el Dios del universo habla tu lenguaje de amor, y tus expresiones de amor hacia Él están moldeadas por tu lenguaje de amor? Aprende cómo puedes dar y recibir el amor de Dios a través de los cinco lenguajes del amor: palabras de afirmación, tiempo de calidad, regalos, actos de servicio y toque físico.
Gary Chapman escribe: "A medida que respondemos al amor de Dios y comenzamos a identificar la variedad de lenguajes que Él utiliza para hablarnos, aprenderemos a hablar esos lenguajes nosotros mismos. Sea cual sea el lenguaje de amor que prefieras, que encuentres una satisfacción cada vez más profunda al usar ese lenguaje en tu relación con Dios y con otras personas.
Toda obra literaria esconde un núcleo de tensión, un conflicto narrativo. A traves de numerosos ejemplos, ejercicios y análisis de obras, Cómo diseñar el conflicto narrativo enseña al lector a descubrir los conflictos más importantes de los cuales se nutre la literatura. Tambien ofrece una amplia variedad de herramientas adecuadas para descubrir nuestros conflictos interiores y plasmarlos sobre el papel. Partiendo de un breve repaso histórico, Carme Font analiza los elementos transmisores de la tensión literaria que infunden dinamismo a nuestros relatos: caracterización, temática, ambientación, estilo y personajes, con el fin de conocer las claves para crear narraciones originales llenas de vida.
Establecer límites claros es esencial para obtener un estilo de vida sano y balanceado.
¿Está su vida sin control?¿Siente que la gente le utiliza?¿Le es difícil decir que no? ¿Está desilusionado con Dios por falta de respuesta a sus oraciones? Un límite es una línea de propiedad personal que marca las cosas de las que somos responsables. En otras palabras, límites es lo que define quiénes somos o quienes no somos. Los límites afectan diferentes aspectos de nuestras vida:
Los límites físicos nos ayudan a determinar quién nos puede tocar y bajo que circunstancia.
Los límites mentales nos dan la libertad de tener ideas y opiniones propias.
Los límites emocionales nos ayudan a tratar con nuestras propias emociones y a librarnos de las emociones dañinas y manipuladoras de otros.
Los límites espirituales nos ayudan a distinguir entre la voluntad de Dios y la nuestra y nos dan temor de Dios.