Pese al fracaso editorial que había supuesto la primera edición de El mundo como voluntad y representación, Schopenhauer consiguió que en 1844 saliera a la luz una segunda edición, aumentada por un segundo volumen de mayor extensión que el primero y en el que incluyó los complementos a los cuatro libros que componían la obra original. Calificadas por él mismo como «lo mejor que he escrito», sus páginas son fruto de veinticinco años de trabajo dedicados a reelaborar, ampliar y profundizar en las tesis vertidas en el primer volumen. Lejos de ser un aditamento postizo, los Complementos del Schopenhauer maduro son a la obra de juventud «lo que el cuadro pintado al simple boceto», y su lectura resulta indispensable para captar en toda su significación el contenido de aquélla y comprender en profundidad la filosofía de Schopenhauer. En esta edición se incluyen los índices de materias y nombres de los dos volúmenes de la obra, reforzando así la perfecta unidad de este libro único.
La filosofía del Derecho actual se caracteriza por el giro argumentativo que contempla el conjunto de los fenómenos jurídicos desde el punto de vista de la persuasión racional. En este nuevo contexto, se hacía imprescindible ofrecer a los juristas una orientación teórica y práctica para enfrentarse con lo que constituye el núcleo de su actividad profesional: argumentar jurídicamente.
Este Curso construye una teoría unificada de la argumentación jurídica desde tres perspectivas distintas: la formal (o lógica), la material y la pragmática, y trata las tres preguntas fundamentales de la práctica jurídica: cómo analizar una argumentación, cómo evaluarla y cómo argumentar.
La exposición se acompaña de numerosos materiales (sentencias, textos de filósofos del Derecho, de filósofos sin más, de juristas teóricos o prácticos, polémicas o artículos de prensa) en los que se desarrollan o se problematizan los puntos principales previamente presentados de manera sintética y sistemática.
Este segundo volumen continúa la genealogía del pensamiento posmetafísico siguiendo el hilo conductor del discurso sobre fe y saber. Empezando con el protestantismo y la filosofía del sujeto, se centra en la bifurcación de la tradición trascendental (Kant) y la empirista (Hume) para, a partir de ahí, desgranar los temas del lenguaje, el espíritu objetivo y la filosofía de la historia, hasta los Jóvenes Hegelianos, el marxismo, la filosofía de la existencia y el pragmatismo. De las muchas líneas posibles de una historia de la filosofía, Jürgen Habermas destaca un proceso de aprendizaje cuyas huellas permitan insuflar ánimos de cara a las tareas impuestas a la razón humana.