Dios tiene un plan y un propósito para cada uno de nosotros y puede convertir las cosas en buenas independientemente de la situación que enfrentamos. Estos dos principios clave, arraigados en las Escrituras y evidenciados en las vidas de los cristianos a través de las épocas, deberían colorear los lentes a través de los cuales todos los seguidores de Cristo ven la adversidad. En Cómo avanzar en la adversidad, el doctor Charles Stanley proporciona una nueva perspectiva sobre las pruebas que enfrentamos, revelando qué preguntas hacer y qué lecciones podemos aprender de estos tiempos. Entender el papel de Dios y fortalecer nuestra valentía pueden ayudarnos a avanzar a través de la adversidad en lugar de ser vencidos por ella.
Aunque la mayoría de nosotros podemos hablar con facilidad con nuestro mejor amigo, muchos de nosotros no somos tan buenos para quedarnos callados y escuchar lo que nuestro amigo tiene que decir. Así es con Dios. Para que la verdadera comunicación suceda con Él, debemos aprender a escuchar a través de la comprensión de su Palabra. En Cómo escuchar a Dios, el doctor Charles Stanley presenta una forma sensata de explorar la Palabra de Dios y escuchar sus verdades. Él revela cómo podemos identificarnos con pasajes de las Escrituras, reflexionar sobre su significado y luego desarrollar pasos prácticos para aplicar lo que hemos aprendido.
Las personas necesitamos escuchar a los demás para relacionarnos con normalidad. Lo mismo pasa con las organizaciones. Algunas tienen fama de que los empleados están especialmente a gusto en ellas, porque se sienten escuchados, participan en las decisiones y se les consulta con frecuencia. Es más, si no contamos nada para los organismos que gobiernan esas estructuras, si no podemos participar en ellos, muy probablemente nos iremos desconectando, hasta llegar incluso a desligarnos completamente.En la sociedad globalizada en la que vivimos, nuestra opinión es cada vez más insignificante y tiene menor influencia en el devenir de los acontecimientos. Por otro lado, se nos regalan los oídos con expresiones como "tu opinión nos interesa", "hay que pulsar la calle", cuando en realidad importa poco el pensamiento verdadero de cada persona singular, sobre todo, si es contrario a los objetivos que determinados grupos de poder se han fijado. Todo se queda en un mero eslogan y esto sucede, entre otras razones, porque no existe una verdadera cultura de la escucha.La escucha solo conlleva beneficios. Tratar con las personas enriquece nuestro conocimiento de la realidad y mejora nuestros propios puntos de vista con lo que aprendemos de los demás. Deseo que después de leer estas páginas aprendas más de lo que escuches, escuches más y preguntes la opinión a los demás.¿Te parece bien? ¡Te escucho!