¿Por qué tanto ensañamiento con el cinismo? Porque el cínico cometió el terrible pecado de señalar el idealismo con el dedo y gritar: «¡El rey va desnudo!». Desde entonces, los maestros de la filosofía los ignoran, los silencian, los tergiversan, los caricaturizan o directamente los descalifican para que su mensaje quede oculto. Platón defendió la existencia de un modelo eterno, perfecto e inmaterial de hombre al que debemos someternos. Pero Diógenes se ríe de esta teoría y busca por las calles de Atenas, con una linterna en pleno día, a ese hombre ideal. Platón define al ser humano como «un animal de dos pies y sin plumas», y los académicos que lo escuchan admiran su sabiduría. Mientras tanto Diógenes sale a la calle, toma un gallo, le quita las plumas, lo tira al suelo de la elitista escuela y le dice a Platón: «Aquí tienes a tu hombre». Este se niega a debatir con Diógenes y lo trata siempre de loco. A partir de ese momento, los idealistas siguen la actitud del maestro.
No me tapes el sol busca actualizar la filosofía cínica como salvavidas para subsistir con libertad, cordura y dignidad en un mundo pospandemia que parece navegar a la deriva.
Anhelas servir a Dios con gracia y fuerza, y reflexionas sobre Cristo en cada palabra y cada acto; sin embargo, te encuentras continuamente luchando por hacer que esa visión cobre vida en tu diario caminar. En nuestro centro, cada una de nosotras somos una “hermana retorcida” en cuyo interior batallan constantemente la carne y el espíritu para obtener el control. Nos vemos afligidas por una desconexión crónica entre nuestro deseo de ser buenas niñas para poner a Jesús primero y nuestra realidad de niñas malas que hace desbordar nuestros pensamientos y Lo alejan de nuestro camino.
En Ten un espíritu como el de María, Joanna Weaver dirige tu mirada más allá de tus propios defectos hacia el Dios que está listo, dispuesto y es capaz de convertirte en una nueva mujer. Joanna te equipa con conocimientos bíblicos y herramientas prácticas para unirte a Cristo, invitándolo hacia los lugares oscuros de tu alma, dándole plena autorización para redimir y renovar. En una extracción de las historias bíblicas de Marías (María, la madre de Jesús; María, la hermana de Martha, y María Magdalena) y otras cuyas experiencias con Dios transformaron sus vidas, Joanna te dirige hacia una transformación personal duradera... un cambio en las profundidades de tu alma que resulte en una completa renovación, de adentro hacia afuera.
Llamamos melancólico a quien no puede hacer más que entregarse sin reservas a ese sentimiento de deambular en la oscuridad y desear la luz, y a su estado lo denominamos melancolía. La melancolía es recuerdo. Si hubo tormenta, habrá otra. Si hay marea baja, volverá a subir la marea. El hombre melancólico no se fija en lo que hay en un preciso momento, sino que espera la llegada de aquello que en ese momento no es. Se aferra mentalmente a lo previsible, aunque es posible que el recuerdo de lo imprevisible haya hecho ya mella en su confianza en la razón; teme lo que no está y por eso se angustia ante la llegada de aquello que espera.