En una de las naciones más desiguales del planeta, la lucha por abatir la injusticia ha moldeado su historia, sus instituciones, su carácter y, por ello, su esencia misma.
Este libro relata la historia de aquellos que han entregado su vida para construir un México menos injusto.
Pero también cuenta la historia de sus contradicciones y errores, de sus carencias y pugnas fratricidas, e incluso la de aquellos que la han traicionado, aprovechado, y que han fracturado al país en su empeño. Sin maniqueísmos, Jorge Castañeda y Joel Ortega nos cuentan una perspectiva nueva desde la que leer y entender el combate de tantos mexicanos por una vida menos vieja, menos injusta, más luminosa…
Boys club: m. Dícese de un grupo de hombres, en general blancos, heterosexuales y privilegiados que operan en un circuito cerrado. Intercambian cifras, información, documentos, dinero o mujeres. Ya sea en el ejército, en la política o en los consejos de administración estos grupos exclusivamente masculinos orquestan la exclusión y la invisibilización de la otra mitad de la población.
Martine Delvaux, figura imprescindible del pensamiento feminista, pone el foco en la camaradería masculina que rige el mundo y se centra en el fenómeno de los boys club desde sus orígenes en el Reino Unido hasta sus manifestaciones actuales y su omnipresencia en los centros de poder. Gracias a su amplio bagaje cultural, la autora argumenta con precisión cómo la persistencia de esa atmósfera de misoginia permite que los hombres sigan dominando el mundo.
Las «noloharébienistas» son aquellas mujeres capaces, preparadas y talentosas que, si pudieran elegir un superpoder, escogerían el de la invisibilidad. Ellas son sus peores enemigas. Dudan de sus conocimientos, están convencidas de que cualquier persona lo puede hacer mejor, imaginan el infierno como un lugar en el que hay que hablar delante de una audiencia numerosa. ¿Eres una de ellas? Si cada vez que alguien te habla del síndrome de la impostora te sientes reflejada, si crees que tienes una tara, este es tu libro.
No lo haré bien nos saca del armario y nos invita a enfadarnos juntas recorriendo todos los lugares y circunstancias en las que, desde bien pequeñas, hemos aprendido a sabotearnos. Aquí nadie te enseñará a sacudirte el monstruo de la impostura, pero se te ofrece algo mejor: una buena dosis de rabia y unas gafas de aumento.