Mi pequeña guerra puede ser considerada la novela europea más importante sobre la Segunda Guerra Mundial, como Viaje al fin de la noche de Céline lo fue sobre la Primera. Un clásico europeo que por fin podemos leer en España. Traducido a 11 lenguas. ¿Qué pasa cuando un hombre de clase obrera tiene talento para escribir y no quiere ser poeta? Que puede contar aquello que nunca se nos cuenta: la calle. No de una forma poética, no de manera reivindicativa, sino mostrando el ser humano en toda su imperfección y provocando sentimientos contradictorios.Hemos visto muchas películas y hemos leído muchos libros sobre la guerra, pero nunca nos han colocado en el punto de vista de esta novela. Mi pequeña guerra nos mete en una dimensión moral a la que no estamos acostumbrados. Necesitamos esta voz que no inventa y que no tiene reparos a la hora de contar. Ahí está la existencia, depravada y a la vez buscando la salvación a través de la música, el baile o la risa. Louis Paul Boon es el narrador, el que vive la guerra desde su lugar de siempre, el que quiere escribir sobre ella y no ser un poeta, el que está dispuesto a que también se vean sus miserias. La rabia le lleva a escribir sin limitaciones. Nunca hemos tenido una visión tan general de la guerra, el testimonio de la participación de cada ciudadano, la supervivencia vinculada a la depravación. Mi pequeña guerra: “Hay gente que se deja la vida blasfemando y otra que se da cabezazos contra las paredes. Tú escribes tu pequeña guerra”. Louis Paul Boon es el narrador de pequeñas secuencias de la vida cotidiana en Bélgica en plena Segunda Guerra Mundial. Él es testigo y actor muchas veces de momentos que solo se puede dar en situaciones límites para la condición humana. No quiere ser poeta, su punto de vista es diferente: «estas son las blasfemias y las oraciones del hombre pequeño frente a la gran guerra, son cantos, es LA BIBLIA DE LA GUERRA»
Carta a Moscú. Escritos antiestalinistas de un socialista sin partido reúne una veintena de textos que, de 1936 a 1975, muestran el temprano compromiso del autor con la defensa de un proyecto de transformación política, social y moral que se mantuviera siempre vigilante ante toda forma de dominio totalitario, ya fuera bajo un gobierno capitalista, fascista o comunista.«Estoy convencido, y he tratado de expresarlo en todos mis escritos, que para poder resistir contra el fascismo, tenemos necesidad no tanto de medios materiales, ni de armas, ni de grandes aparatos burocráticos, como sobre todo de un modo totalmente distinto de considerar la vida y los hombres. Sin él, nosotros mismos, queridos amigos, nos convertiríamos en fascistas. Es decir: en fascistas rojos. Y debo deciros que me niego a convertirme en un fascista, y mucho menos, en un fascista rojo».Silone es un revolucionario y un hombre honesto, y por tanto, huelga decirlo, un exiliado. Es uno de esos hombres que son denunciados como comunistas por los fascistas y como fascistas por los comunistas.―GEORGE ORWELL
Imaginemos una tarde en el desierto de California, un cielo salpicado de estrellas, la mejor música clásica, la cantidad justa de LSD y uno de los más grandes filósofos del siglo XX. La historia real de la noche en la que el gran filósofo tomó ácido y descubrió la Verdad.
Este libro es la historia de la «experiencia más importante» de la vida de Michel Foucault, narrada por quienes lo guiaron a través de una noche que muchos consideraron legendaria y que supuso a Foucault una revolución personal. Un viaje que cambió para siempre al pensador francés, tanto que lo empujó a reescribir su obra maestra, Historia de la sexualidad.
Después de treinta años dentro de una caja, el testimonio de esa experiencia mística ha tomado forma, convirtiéndose en un libro. Entre sesiones de yoga, reflexiones sobre la naturaleza humana, confesiones y visiones, Foucault en California es una crónica de caminos, diálogo filosófico y relato de mayoría de edad queer. Un viaje vertiginoso y extravagante, que demuestra cómo se pueden tomar los más variados caminos para llegar a la Verdad. Un viaje alucinante.