El tesoro de Tutankhamón es uno de los temas más fascinantes de la egiptología, pero la biografía de quienes sacaron a la luz el increíble mundo del antiguo Egipto no se queda atrás. En Cosas maravillosas no solo se habla del Faraón Niño y del contexto en el que vivió, sino también de la empresa arqueológica más grande de todos los tiempos: la expedición que culminó con el hallazgo de su sepultura intacta el 4 de noviembre de 1922 gracias a Howard Carter y Lord Carnarvon.
Por entonces, la ciencia de la egiptología tenía apenas un siglo de existencia, y se enfrentaban a un reto histórico de enorme complejidad. Aquí revivimos aquella aventura incomparable que conjugó intereses políticos, problemas de conciencia y grandes avances científicos.
Cocinar no es seguir unas instrucciones, ni someternos a una lista de ingredientes, ni planificar minuciosamente la compra del supermercado. Al contrario, cocinar es todo aquello que pasa en los márgenes de una receta: es improvisar, arriesgar, decidir. Cocinar es ser libres. Contra la extinción de este atrevimiento, contra el síndrome del no-tengo-tiempo y la barbarie de una sociedad que come pero no cocina, este libro nos urge para recuperar el sentido del acto más primigenio de la vida: alimentarnos.
Entusiasta e inconformista, Maria Nicolau nos abre las puertas a una cocina rica, sostenible, apasionada y, sobre todo, coherente. Una cocina explicada a través de la historia y la ciencia, la naturaleza y la tecnología, los episodios colectivos y la vivencia íntima. ¿Por qué la olla es el primer invento de la civilización? ¿Qué hace que los pasteles se agranden en el horno? ¿Por qué solo compramos salmón y merluza, teniendo el Mediterráneo lleno de otras variedades de pescado? En este libro, más allá de las recetas, encontraréis una cocina que responde a la necesidad de subsistir, pero también al placer de compartir y que nos recuerda que nosotros somos los últimos responsables de la manera en que vivimos.
Una aproximación poética al arte de la meditación.
En el mundo de Chandra Livia Candiani, donde la palabra es imagen y poesía, meditar es quedarse quieto, seguir con paciencia la respiración y acogerla en silencio y con humildad; es seguir los movimientos de nuestra mente sin detenernos en los pensamientos sobre el pasado y el futuro, y dejar que pasen delante de nosotros como pájaros en un cielo vasto.
Meditar no consiste en crear un vacío a nuestro alrededor, sino en unir dos mundos: el de lo espiritual y el de lo cotidiano. Y entonces los gestos más ordinarios como cocinar, lavar, limpiar o leer pueden convertirse en formas de oración, en rituales que nos conectan en intimidad con nosotros mismos y lo que nos ocurre.
Escrito con una bella prosa poética, El silencio es algo vivo nos sumerge en un viaje hacia la práctica meditativa y nos demuestra que sembrar la meditación, así como la poesía, significa ante todo avivar la conciencia y reconocer que comprender es aprender a escuchar y esperar.