Desde las polvorientas calles de Jerusalén hasta los pasillos oscuros del Kremlin en Moscú, La Marca lleva a los lectores por un emocionante viaje a través de la historia, la religión y la política, con una combinación perfecta entre acción, suspenso y misterio que mantienen la tensión hasta el final del libro.
La Marca es una novela intrigante donde las páginas pasan volando, ya que entrelaza los sucesos de la Segunda Guerra Mundial con el presente en una carrera por descubrir un secreto que ha permanecido oculto por mucho tiempo y que podría cambiar el curso de la historia: se trata de un pergamino original de Juan el Apóstol que contiene información adicional sobre el Anticristo que estuvo ausente en nuestras biblias por siglos.
Alexander, monje y bibliotecario, está a punto de ser trasladado a la cámara de gas en Auschwitz, pero es secuestrado y obligado a ayudar a los alemanes a encontrar el pergamino perdido, ya que solo él sabe dónde podría estar escondido.
En la actualidad, Damaris McFarland, viuda y teóloga especializada en las escrituras de Juan, recibe una críptica carta de un viejo amigo suplicándole que viaje a Ucrania para examinar un manuscrito antiguo que podría tener las claves para descubrir los secretos del Libro de la Revelación. Sin embargo, durante su viaje a Kiev estalla la guerra y Damaris queda atrapada en el centro de un complot siniestro para desatar al Anticristo y tomar el control del mundo.
Así, Damaris y su amigo Jack lucharán por sobrevivir en un mundo caótico donde se cruzarán con soldados rusos, rebeldes chechenos, militantes iraníes y activistas cristianos clandestinos, cada uno con sus propios planes y motivaciones. Con el destino del mundo pendiendo de un hilo, ambos iniciarán una carrera contra el tiempo para evitar que el Anticristo se levante y cumpla su destino apocalíptico.
El clásico de la filosofía política sobre las contradicciones de la democracia representativa.
En 1970, Robert Paul Wolff publicó este breve texto en el que se posicionaba claramente a favor de la escuela del anarquismo filosófico. Se basaba, para ello, en la imposibilidad de conjugar una plena autonomía individual con una autoridad estatal legítimamente moral. El libro vendió más de doscientos mil ejemplares de la primera tirada, y se convirtió rápidamente en un libro de referencia.
Wolff no duda en arremeter contra la democracia liberal representativa, que le parece una solución insuficiente -ya que nunca representa la voluntad de toda la población- al conflicto entre autoridad y autonomía, y aboga por una participación directa de los ciudadanos en las decisiones políticas que culmine idealmente en una unanimidad consensuada. Solo así el poder de los estados sobre los ciudadanos llegaría a ser legítimo. Wolff no ignora, sin embargo, las dificultades de un proyecto como este, que navega en aguas de la utopía. Ante la alienación de nuestra autonomía individual y el colapso de la legitimidaddel Estado, Wolff propone que nos entreguemos al anarquismo en lugar de sacrificar nuestros deseos políticos personales.
José María Conget (Zaragoza, 1948) es licenciado en Filosofía y Letras. Ha ejercido como profesor o gestor cultural en Glasgow, Lima, Londres, Nueva York, París y varios pueblos y ciudades españolas. Actualmente reside en Sevilla. Es autor de novelas, cuentos y ensayos y fue comisario de la exposición El cómic español de la democracia (1975-2005). Sus últimas publicaciones han sido las colecciones de relatos La ciudad desplazada (2010), La mujer que vigila los Vermeer (2013), Confesión general (2017), Juegos de niñas (2019) y La verdad sobre el amor (2023); y las novelas La bella cubana (2015), El mirlo burlón (2018) y Cenas de amigos (2022). Fue premio de las Letras Aragonesas en 2007 por el conjunto de su obra.